Chiluisa compite en la Vuelta con $ 500 de presupuesto
Su nombre es poco familiar. No figura siquiera en mitad de la clasificación general de la Vuelta Ciclística Internacional al Ecuador. Por el contrario, es último, pero eso no desmoraliza ni inquieta al latacungueño Bolívar Chiluisa, de 38 años, miembro del equipo Inti.
Su meta no es conseguir el liderato del pedal que recorre las vías ecuatorianas, menos enfundarse los premios económicos. Con tan solo concluir toda la travesía cree que su esfuerzo valdrá la pena.
Bolívar es parte del equipo Inti, que a diferencia de los grandes e internacionales equipos, como Movistar, tiene apenas lo necesario para cumplir cada etapa.
Eso sí, el cariño de su gente y, sobre todo, de su padre no faltan en el complicado recorrido para el que ha invertido cerca de 500 dólares que obtuvo arreglando bicicletas en su negocio. Esa es su principal fuente de ingresos.
Tiene un pequeño taller que da el sustento a su familia y del que se ausentó para poder cumplir su anhelo deportivo. Pero como padre responsable dejó en casa todo en orden, incluido el dinero para solventar los gastos de sus dos pequeños hijos Jorge y Félix, de 8 y 6 años, así como de su esposa Verónica Reysancho.
“Gracias a Dios”, como él dice, hasta el momento no ha tenido percances en el trayecto. Solo ha sufrido pequeños resbalones y caídas que no han significado ningún problema para aproximarse a la meta de la competencia.
Su madre Luz María Pila estuvo en la partida de la sexta etapa en la capital de la provincia del Cotopaxi, el martes pasado y ahí aprovechó para darle su bendición. Ese recuerdo lo acompañó en todo el recorrido y lo motivó para no desmayar, pese a los extenuantes ascensos. Su padre, Fausto, es su masajista personal y quien precisamente lo involucró en el mundo del pedal, cuando cumplía las romerías en bicicleta hasta la Virgen de Baños. “Yo tenía como 13 años y recuerdo muy bien el entusiasmo que mi padre ponía en eso. Yo lo acompañé en varias ocasiones”.
Eso precisamente lo condujo al mundo aficionado del pedal y cuando pasó al profesionalismo no consiguió el apoyo que otras provincias brindan a los deportistas de esta disciplina.
“Acá el ciclismo prácticamente no existe, por eso nosotros mismos tenemos que financiarnos y eso realmente nos deja en desventaja porque no podemos dedicarnos como los de élite, solo a entrenar; debemos trabajar en otras actividades”.
Su tío René Cisneros es otro miembro del equipo que lo apoya en el abastecimiento durante las competencias. Conduce el carro en el que transporta los dos aros que lo ayudarán en caso de algún pinchazo, aunque hasta el momento no ha tenido que cambiar las llantas.
“Sabemos que para este tipo de recorridos es necesario partir con llantas nuevas y así lo hicimos. Por fortuna no ha sucedido nada desfavorable respecto a las ventajas que de por sí ya damos a los equipos más poderosos”, dijo Chiluisa.
Pese al poco apoyo que ha recibido de su provincia y de la empresa privada, desde ya inculca en sus pequeños el amor por este deporte. “Hace unas semanas estuvieron en una prueba en Ibarra y les fue muy bien, les gusta el ciclismo y yo les apoyaré así tenga que vender parte de mi patrimonio”, aseguró.
Angarita se impone en la séptima etapa
La contrarreloj individual de 28,7 km fue favorable para el colombiano Marvin Angarita (Movistar Team), quien necesitó 33 minutos y 2 segundos para adjudicarse el primer lugar. El segundo puesto fue para su compañero de equipo Omar Mendoza y tercero arribó el ecuatoriano Richard Carapaz, de RPM.
El colombiano Freddy Montaña, quien conserva el maillot amarillo de líder, llegó sexto, a 36 segundos del primero.
Para hoy está prevista la etapa 8 en la que los pedalistas llegarán hasta Macas, en la provincia de Tena. El trayecto comprenderá 129,6 km y se disputarán tres metas volantes.