Caicedo se decepcionó del fútbol y renació en el fisicoculturismo
Cuando se retiró del fútbol, Fausto Caicedo pensó que nunca más volvería a la actividad deportiva. Siete años después, en una “esquina” del destino, el fisicoculturismo le devolvió las ganas de competir. Actualmente, dos títulos panamericanos, ocho sudamericanos y nueve nacionales lo ubican como uno de los mejores exponentes nacionales.
Apoyado sobre la máquina de remo con polea, mientras “disfruta” la fatiga del quehacer cotidiano, el hombre piensa en el torneo del fin de semana, el Mr. Ecuador 2013, con el que podría aumentar a 10 su marca de campeonatos locales.
Adiós a la pelota
“Siempre fui el más vago de la clase”, manifiesta. Los estudios nunca estuvieron entre sus preferencias, tanto que ya ni recuerda el colegio de su natal Esmeraldas donde, tras pasar el primer curso, dio por terminado su historial académico.
Fausto tiene mucha fe en Dios; a diario le agradece por haberle dado un buen rumbo a su existenciaEn la mente de Fausto siempre figuró el balompié, imaginaba ser aplaudido por la multitud mientras hacía rodar el balón con elegancia. Esas ganas lo hipnotizaron y bajo los efectos de esa esperanza emigró a Guayaquil, donde pronto encontró cabida en el club Calvi.
Pero el romance con la pelota no aguantó demasiado; tras perder la final Sub 15 de Guayas, el director técnico de su conjunto lo culpó por la derrota. Fausto discutió con el timonel y renunció no solo al equipo, sino al fútbol.
El adolescente se bajó de la ilusión. Era hora de encontrar trabajo, de ser como cualquier mortal. El empleo en el que más perduró fue en el área de mantenimiento de una importadora de vehículos.
A los 22 años, entró a un gimnasio. La vanidad se convirtió en el motor de sus motivaciones: el anhelo de escuchar halagos femeninos en torno a su musculatura lo volvió un novato bastante esforzado.
Mentalizarse
El instructor colombiano Wilbert Pérez, quien brinda sus servicios a la Federación Ecuatoriana de Fisicoculturismo y Potencia (Feficulp), define a Caicedo como “un buen atleta al que le falta mentalizarse”.
Se refiere a la vulnerabilidad del exponente a romper dietas o a descuidar, de cuando en cuando, las jornadas de entrenamiento. Si Fausto asumiera su compromiso con mayor ahínco, sin duda sería uno de los mejores del planeta. Pérez considera que posee una genética envidiable, un cuerpo perfecto para “esculpir”.
Alexander Poveda, “colega” de Caicedo, concuerda con el entrenador en que con mayor disciplina en las dietas, Fausto mejoraría la definición de sus músculos. Fuera de aquello, lo califica de buen compañero, humilde y generoso.
Un título que le
ha sido esquivo a este ecuatoriano es
el sudamericano absolutoA esas virtudes, Juan Paredes, presidente de la Feficulp, añade otra: la constancia. Hace 10 años, los problemas económicos estuvieron a punto de provocar su retiro, no obstante, Fausto perseveró.
Caicedo lamentaba no recibir suficiente respaldo de la Federación Deportiva del Guayas; se mudó a Ambato y luego a Quito, donde encontró apoyo. En estos días tramita el cambio de provincia, quiere federarse por Pichincha.
En el orden personal, este “pepudo” de 39 años, desea instalar su propio gimnasio, y ya adquirió algunas máquinas, mas le falta capital para el local. Por ahora, gracias a la beca C del Ministerio del Deporte, percibe una mensualidad de 954 dólares.
Sin embargo, los gastos del entrenamiento y del hogar le impiden renunciar a ser instructor en un gimnasio capitalino, donde por laborar a medio tiempo le pagan menos de un salario básico. Su meta principal es adquirir una casa, además de cubrir todas las necesidades de sus hijas Mía (2 años), Valentina (9 meses) y su esposa, Flor Yánez.
Respecto a si le “llueven” piropos, en varias ocasiones tuvo problemas con Flor por ese particular: alguna vez ella se enfadó mucho cuando una chica le gritó: “chocolatito rico, quisiera comerte”. Pese a las tentaciones, el “chocolatito” es muy tranquilo, los fines de semana gusta pasar en casa, donde lee y ve películas a menudo. Anhela que sus niñas lo vean triunfar y está convencido de que su misión es ser un buen ejemplo para ellas e inspirar a los demás deportistas.
DATOS
Fausto Enrique Caicedo Caicedo nació en Esmeraldas el 22 de mayo de 1974. Creció con sus abuelos: Petronila Medina y Juan Caicedo.
Caicedo ha cosechado dos títulos panamericanos, ambos en 2004 en Guatemala, donde consiguió el cetro de la serie 75 kilos y la corona absoluta.
También suma ocho oros sudamericanos: 2004, 2005 y 2006 en los 75 kilos; 2007 y 2008 en los 80 kilos; 2009, 2010 y 2011 en los 85 kilos.
A escala nacional subió nueve veces a la grada uno del podio: 2003, 2004, 2005 y 2006, en la división 75 kilos; 2008 en 80 kilos, y 2009, 2010, 2011 y 2012 en los 85 kilos.
Tiene pendiente adjudicarse algún campeonato mundial; el sexto puesto en 2011 y el quinto en 2012 no lo dejaron conforme.
Mañana y el sábado se realizará el Mr. y Miss Ecuador 2013, en el coliseo Julio César Hidalgo de Quito, que constará de las categorías juvenil, sénior y máster. Es clasificatorio para el Sudamericano que se cumplirá en Santa Cruz (Bolivia) del 28 de este mes al 1 de septiembre.