El Gobierno británico ha aumentado en el último momento en 3.500 el número de soldados que se encargarán de la seguridad durante los Juegos Olímpicos de Londres, que ascenderá a un total de 17.000 efectivos.

La repentina decisión anunciada hoy por el Ministerio británico de Defensa, a solo 16 días de que comiencen los Juegos, se debe al temor de que la empresa privada G4S, contratada para garantizar la seguridad, no sea capaz de proveer los 10.000 agentes acordados.

G4S firmó un contrato por 300 millones de libras (380 millones de euros) para ocuparse de garantizar la seguridad durante los Juegos de Londres 2012, que comienzan el 27 de julio y concluyen el 12 de agosto, con un total de 10.000 guardias privados.

Según la cadena de televisión pública BBC, se sospecha que finalmente no podrá suministrar ese número, por lo que en última instancia se ha decidido movilizar a más militares.

Durante los Juegos, un portaaviones militar navegará por el Támesis, numerosos cazas del Ejército estarán listos para despegar en bases cercanas a la ciudad y seis plataformas de misiles tierra-aire quedarán instaladas en diversos puntos de Londres para evitar posibles ataques.