El país ha asumido el reclamo como una política de estado
“Bolivia tiene 3.000 años con mar, es parte de su historia y seguirá siéndolo”
El acceso al mar se ha convertido para Bolivia en una lucha permanente y al que no piensa renunciar. Así lo aclaró el vicepresidente de ese país, Álvaro García Linera, durante una rueda de prensa ofrecida a los periodistas, luego de su intervención en la Cupre.
“Los bolivianos y nuestros antepasados, en su forma de organización social, vivimos 3.000 años con mar, es parte indisoluble de nuestra cultura, nuestra identidad y raíces”, acotó. Imposible imaginar Bolivia sin este uso transversal de costa, valle y altiplanicie, recalcó.
Recordó que llevan un poco más de 100 años sin mar, pero que la historia de los bolivianos “ha sido con mar, va a ser con mar. Si 3.000 años ha sido con mar, este es un paréntesis horroroso, pero los bolivianos tenemos miles de años de vida y va a ser con mar”, ratificó.
Esta postura firme es ratificada por el presidente Evo Morales, quien ha declarado que Bolivia es un país enclaustrado y que perdió su litoral en 1879, en una invasión injusta.
Esas declaraciones las hizo Morales durante su participación en el II Encuentro de los Países sin Litoral, que se realizó a inicios de noviembre en Viena. “Bolivia afirma que los mares son de y para los pueblos, una visión que supera la concepción patrimonialista y mercantilista”, reflexionó el mandatario y aseguró que no se puede contemplar el derecho al acceso al mar de manera separada de la civilización, según publicaron medios internacionales.
A su juicio, no se puede explicar que todavía existan naciones con severos problemas por falta de acceso al mar y dijo que, por esa condición, la oportunidad de una vida digna sigue limitada, restando oportunidades de salud, educación, competitividad e intercambio.
Bolivia demandó a Chile en abril de 2013 ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya un fallo que obligue a Santiago de Chile a negociar en firme y de buena fe la petición boliviana de un acceso soberano al Océano Pacífico después de varios compromisos incumplidos por Chile para negociar una salida a la costa que perdió, en una invasión que desencadenó una guerra. Bolivia perdió su costa a favor de Chile, a finales del siglo XIX, durante la Guerra del Pacífico.
García Linera dijo que para que Bolivia renuncie al mar deben matarlos a todos.
Otro tema trascendente en los procesos revolucionarios es la amenaza de la restauración conservadora. Es una vieja forma de poder, pero bajo un ropaje o camuflaje, dijo. Para García, estos grupos no han declinado ante la posibilidad de volver a gobernar. Por eso advirtió que los líderes deben estar atentos y establecer un mecanismo de defensa para prever de dónde pueden venir los ataques, que no siempre son iguales y que muchas veces se tejen a cuentagotas, como en Brasil.
El político manifestó que el trabajo de la restauración conservadora puede ser paulatinamente, pero eso no implica que deje de ser peligroso para los gobiernos progresistas de la región.