El poeta chileno Raúl Zurita, premio Nacional de Literatura 2000, se presentó el último sábado junto a la banda González y los Asistentes, en el marco del Segundo Festival de Poesía y Música, que se realiza en el Centro Cultural de España, en Santiago de Chile.

Antes de su presentación, Zurita le dijo al diario chileno El Mostrador: “Me cuesta hablar de show, lo que hacemos es una exposición a carne viva que dura cerca de una hora [...] No tiene nada que ver con la poesía musicalizada que en el 90% de los casos es de una siutiquería intragable. No, es algo más duro. Los poemas que interpretamos son poemas urbanos, tristes, que esencialmente relatan episodios dolorosos de mi vida”.

Con su lucidez característica, el autor de Anteparaiso recordó que la música y la poesía tienen un origen común: La Ilíada y La Odisea eran cantadas. ¿Cómo habrá sido (su armonía)?, nunca podremos saberlo. La música es un arte sin ruinas. La pérdida de ese sonido es una de las más grandes pérdidas de la historia humana”.

Zurita y González y los Asistentes se conocen hace más de un lustro. El grupo tocaba a menudo en el bar Liguria de Providencia y Marcelo Cicali, su dueño, había escuchado a Zurita en recitales. Tuvo la idea de juntarlos. “La experiencia para mí ha sido notable”, tercia Zurita. “Es rock y las bases de González y los Asistentes me alucinan, es poesía pura, es una bomba de cocaína sin cocaína, solo con guitarras eléctricas, un bajo, la batería detrás y un hombre de 66 años que recuerda”, graficó el poeta. (I)