El Wankabeats fue sonorizado por una nueva ola
Una imagen similar a la del mítico Festival de Woodstock tomó forma en un espacio contiguo a la Concha Acústica, en el Parque Samanes, la tarde y noche del sábado 18 de agosto.
En ese rincón, al aire libre y sobre el césped, un poco más de mil personas compartieron el gusto por un estilo musical que en Guayaquil no se escucha en las esquinas ni en radios locales.
Wankabeats fue esa ventana para disfrutar de bandas ecuatorianas difusoras de la nueva ola de géneros que fusionan el reggae, jazz, electrónica, bossanova y lo tropical.
El grupo Bomba Estéreo fue el último que se presentó en el Festival Wankabeats, que se extendió hasta más de la 01:00. Los arreglos electrónicos primaron en todas sus canciones y con efectos de luces.
Las ecuatorianas Rumichaca, Jazz the roots, Man de barro y Ceci Juno, más las colombianas Monsieur Periné y Bomba Estéreo y la argentina El Kuelgue fueron las protagonistas de una jornada donde no hubo diferencias en la calidad de sus sonidos.
La guayaquileña Ceci Juno tuvo la ardua labor de encender los motores al abrir el concierto que durante casi 30 minutos de intervención destacó y emocionó con su estilo marcado de indie pop, en temas nuevos como “Fantasmas”.
Rumichaca se encargó de conectar al público con el reggae, y gozando del mismo tiempo que tuvo Juno para su presentación causó revuelo con su tema “Smoking in the House”.
La banda argentina El Kuelgue divirtió con sus ocurridas letras y sus espléndidos arreglos de reggae, jazz y swing.
Jazz the roots subió al escenario con sus melodías salpicadas de jazz y reggae, en las que sus integrantes desataron furor en los solos del teclado de Miguel Gallardo, la guitarra de Gabriel Jofré, los bajos de Ismael Villarroel y el saxo de su anfitrión Luis Sigüenza.
El momento de Man de Barro llegó con cálidos ritmos de percusión y teclado, como en el tema “Tú para mí”, hasta que su vocalista José Villafuerte invitó a Ceci Juno a cantar el nuevo feat que comparten y la bandera de su siguiente EP “Lets go sexy”, provocando total algarabía.
Los vientos fríos refrescaron la entrada de las bandas extranjeras que iniciaron al caer la noche, momento en que el aroma a cannabis se volvió más presente.
El Kuelgue arribó al escenario con sus disparatadas letras, acelerando el beat con el swing de “Sin parangón”, el reggae de “Circunvalación” y atacando de risa con “Comprensión y ternura”, tema que emula el discurso de “El fusilero” en la voz de su líder Julián Kartun, como un sello de sus improvisaciones en vivo.
“Bossa & People” suavizó a la gallada que se había apretado frente a la tarima, pero con “Góndola” se desató un intenso movimiento de caderas -incluso- en muchas parejas del mismo género que en total libertad mostraban gestos de cariño.
La comodidad primó durante el evento pues la organización logró su cometido: cero colas largas en los baños y ningún acto de violencia ni disturbios afectaron la magia que impuso cada grupo con la buena vibra de sus melodías.
“Encanto Tropical” y el swing de “Veneno” fueron los temas con los que Monsieur Periné sonó en la dulce voz de Catalina García y las guitarras de Santiago Prieto y Nicolás Junca.
“Sabor a mí”, “Nuestra canción” y la cumbia “La tregua”, también tronaron con arreglos en los instrumentos de vientos y percusión como parte de su repertorio, pero con “Libertad” la cantante tocó el corazón de un público al que invitó a reconciliarse con su lado femenino: “Dedico a todas las mujeres chicas y mujeres chicos, esta canción feminista”.
La electrónica se encendió con garbo en los arreglos de un sintetizador que iba al compás de Li Saumet, vocalista de Bomba Estéreo, quien ingresó con un largo vestido amarillo emocionando a los espectadores. Igual hizo con el hip hop sicodélico y tropical de la canción “Qué bonito”.
La flauta de “Soy yo” y sus arreglos de una lírica en rap puso a saltar al elenco junto a sus fanáticos. Lo mismo ocurrió con el acompasado hit “To my love” y su pegajoso arreglo del silbido.
Por más de una hora Saumet barrió el escenario de energía, sin apartarse de su característico ritual con velas. Antes de finalizar invitó a su homóloga Catalina, “Madame Periné”, para cerrar su espectáculo con frenesí.
Pasada la medianoche el DJ Nick Mónaco tomó la posta para sellar con sus mezclas el Festival Wankabeats, que logró transmitir con música e imágenes su mensaje a favor de la ecología. (I)