Una vez que los coros concluyeron su interpretación del Himno a la Ciudad, Chía Patiño, directora de la Fundación Teatro Sucre, apareció en el escenario con las páginas en las que había escrito su discurso engrapadas, y dijo que asumió la dirección hace cuatro años y medio atraída por la propuesta de Augusto Barrera.

Señaló a continuación que la fundación no está conformada únicamente por el teatro, sino por un equipo de 300 personas que manejan siete espacios y nueve elencos, Banda Sinfónica Metropolitana de Quito, Orquesta de Instrumentos Andinos, Coro Mixto Ciudad de Quito, Ensamble de Guitarra de Quito, Escuela Lírica, Coro Yavirac, Coro juvenil y Coro infantil, además de dos compositores, arreglistas y un estudio de grabación.

Inmediatamente después, Patiño lamentó la disolución del Trío Panbil y señaló que, a más del Teatro Sucre, la fundación administra el Teatro México, el Centro Cultural Mama Cuchara, con su auditorio Raúl Garzón; la casa de la fundación y las actividades de la Plaza del Teatro.

Agradeció al Alcalde por el apoyo y respeto a una gestión que permitió al teatro incrustarse en la curiosidad de los extranjeros y convertirse en espacio consagratorio para los artistas nacionales.

A continuación, Patiño subrayó la importancia del Festival Internacional Ecuador Jazz y del Festival Internacional de Música Sacra de Quito, y presentó los espectáculos que a continuación se desarrollaron, con las siguientes palabras:

“Usando los talentos del teatro, ofreceremos un informe de labores creativo, que transparenta el funcionamiento de los eventos”.

Las luces se apagaron, una voz en off dijo: “Un teatro es vivo es una  gran familia, un espacio de pasiones”, e informó que durante la actual administración se elaboró el organigrama de la institución, con la colaboración de la Secretaría de Planificación y del directorio de la fundación.

Chía Patiño salió de escena y apareció segundos después, en el más alto de los palcos centrales, aquel que usan los técnicos de sonido e iluminación. Pidió un micrófono y, con voz agitada por el esfuerzo de haber atravesado tan larga distancia en tan poco tiempo, pidió que ingresaran los elencos.

Dijo que gran parte de los artistas que los conforman es de trabajadores municipales y, para demostrarlo, pidió que levantaran la mano, primero, quienes lo eran y posteriormente quienes habían sido contratados por la fundación.

Acto seguido se hizo mención a la recuperación de las plazas de trabajo de los miembros de los elencos y se presentó un video elaborado con fragmentos de las presentaciones que cada uno de estos desarrollaron en diversos momentos y lugares.

Aparecieron en escena trabajadores de las direcciones técnica y financiera, iluminadores, utileros, electricistas, sonidistas, asesores, asistentes, choferes, mensajeros, entre otros, para que la gente los aplaudiera.

Empezó entonces el espectáculo. Los Coros Infantil y Juvenil interpretaron ‘Gloria Misa in Jazz’, de Peter Schindler, y la Banda Sinfónica, en comunión con la Orquesta de Instrumentos Andinos, interpretaron ‘Rhapsody en blue’ de Gershwin.  

A continuación se ofreció un video sobre el ‘Sucre Viajero’, proyecto que llevó espectáculos a 29 parroquias urbanas y rurales, así como a ciudades de Colombia.

Otro video informó a los asistentes sobre la creación de nuevos públicos para las artes, a través de programas como ‘Conciertos didácticos’ y ‘Amigos del Sucre’ que, además, han complementado la educación de los jóvenes de la ciudad.

El informe volvió a centrarse en el arte. Se interpretó un fragmento de la ópera ‘Fausto’, de Charles Gounod, y otro del musical ‘West side Story’, de Arthur Laurents; el ensamble de guitarras un popurrí de música académica y el grupo Yavirac un set de música nacional.

Mientras esto ocurría, un video mostraba a los técnicos trabajando. Al final de este emotivo momento se encendieron las luces para que se pueda ver a la gente aplaudiendo.

La Escuela Lírica interpretó ‘O sole mío’ y ‘Granada’; los Coros Infantil y Juvenil ciudad de Quito, ‘La apoteosis de Fausto’; y la Orquesta de Instrumentos Andinos, ‘Cochasquí’ y ‘Tierra morena’.

DATOS

El concejal Freddy Heredia, en representación de la Alcaldía, señaló que la cultura no es solo espectáculo, sino también la infraestructura que ha creado nuevos polos sociales.

Se realizaron actividades constantes en teatros antes menos percibidos, como el Variedades Ernesto Albán y el México.

Se mostró, con ayuda de videos, el trabajo de los equipos técnicos que hacen posible los espectáculos.   
Los indicadores económicos de la gestión están disponibles en la página web del Teatro Sucre.