En un hotel de Nueva York, en los años 60, el artista guayaquileño Enrique Tábara (1930) inició el camino de uno de los estilos que mayor repercusión tendría en su   carrera y al que luego se lo conocería como ‘Los Pata Pata’, o las ‘Patitas’, como él lo nombra con cariño.

En aquel entonces, el artista no estaba contento con su trabajo anterior (enfocado en lo abstracto) y decidió retornar a lo figurativo. “En Europa y Estados Unidos el arte se había hecho geométrico, con formas frías, entonces me dije que volvería a lo humano”, dice Tábara sentado en medio de dos cuadros  suyos de gran formato con sus inconfundibles patitas y que forman parte de la Colección Latinoamérica, una muestra que se inaugurará hoy, a las 19:30, en la Alianza Francesa de Quito.

En aquel hotel neoyorquino, Tábara hizo una figura humana de la cabeza a los pies del tamaño de un metro, pero el resultado no le satisfacía, así que rompió el dibujo, pero a su lado quedó un fragmento de las piernas que había trazado.

Algunos de los cuadros de Tábara durante el montaje de la exposición.  

“Me gustó tanto que cogí ese dibujo e hice mi primera acuarela de las piernas, que adquirió el Banco Central”, cuenta el artista tras sus lentes de pasta gruesa, con tono pausado. En los primeros años, Tábara se dedicó a hacer solo piernas y cada cuadro era la manifestación de un color distinto. Después le agregó pantalones, hizo zapatos y pintó pies que, en algunos casos, eran más realistas y en otros, geométricos.  

Tábara, en cada etapa de las Patitas, le ha dado mayor valor a aspectos particulares de la pintura. Al principio, la imagen tenía un papel esencial en sus cuadros, pero luego decidió “desprestigiarla”. Ahora, hace cinco años, entró en una nueva faceta, en la que el espacio tiene mayor importancia. En la serie de cuadros expuestos en la Alianza Francesa, por ejemplo, los fondos -negros, blancos o verdes- son los protagonistas de su más reciente composición pictórica.

“Mi preocupación era buscar un lenguaje del espacio. La imagen era un pretexto para buscar un espacio”, confiesa el artista.

La Colección Latinoamérica es un proyecto que contendrá más de 100 obras del pintor guayaquileño que no estarán a la venta y que forman parte de la Fundación Enrique Tábara. Se trata de cuadros que el artista ha guardado de diferentes períodos de su carrera.

“Esta colección será como un poema que dedico a Latinoamérica, pero a través de colores y formas, entonces, es un homenaje a la región”, reconoce Tábara, para quien todas las estructuras precolombinas -escultóricas o pictóricas- le han servido de inspiración. (I)