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“El pintor es como un médico que analiza males en una sociedad”

“El pintor es  como un médico que  analiza males en una  sociedad”
20 de agosto de 2011 - 00:00

El pintor guayaquileño Enrique Tábara (1930) inauguró el pasado jueves, en el Centro Cultural Metropolitano de Quito,  una muestra con 83 piezas que resumen su trayectoria de más de seis décadas.
La curadora, Inés Flores,  cuida que  la muestra cuente al público la historia de un Tábara integral, diverso y lejano de los estereotipos.

¿Por qué juntar ahora sus obras menos difundidas?

Casi todos estos cuadros sí los ha visto la gente y saben que yo he tenido etapas como la pintura neofigurativa, los abstractos, los formalistas. Hasta que  salí a Europa en 1955, hacía exposiciones y no era de esas personas que andaba mostrando mis productos para vender, los únicos sitios en los que podía hacerlo era en mis exposiciones. La única forma de continuar pintando era que algo se venda.

Su obra muestra la escuela europea de la cual es hijo, pero no ha dejado de contar la historia de su región.
Así es. Me formé en Europa a través de las lecturas sobre América y las conversaciones con los españoles. Se formó mi manera de sentir  a los países que conforman mi tierra. Empecé a amar a los mayas y a los incas.

Me sentía un poco como el Inca Garcilaso de la Vega: cuando te vas te acercas, y cuando vivía en Europa vivía muy cerca de América Latina, así que estudié las formas precolombinas y formé una idea de lo que quería que fuera mi pintura.

¿Qué dice su pintura actual sobre nuestro país y nuestra gente?

Hace tres o cuatro años hice un giro en mi pintura, ahora es aparentemente fría, pero considero que es más inteligente y menos frívola. Es la pintura que corresponde al futuro. Yo estudié en la década del sesenta  y ya pinté cuadros minimalistas, y cuando descubrí a los artistas minimalistas -hace unos cinco años- descubrí que, sin conocerlos, ya pintaba como ellos.

¿Pero ese uso de menos recursos no hace que se reduzca también el grado de sensibilidad?

Creo que es una sensibilidad que ha pasado por un tamiz, como cuando en literatura la metáfora  hacía metáfora de la metáfora. Pienso que el humano deja a un lado ciertas superficialidades, no es que abandona  su hábitat ni su sentimiento hacia la naturaleza.  Solamente es otra manera de ser y de ver, con ojos más amplios y visión más inteligente. Acá está el caos y el artista tiene que evitar  volver a poner caos.

¿Usted hace eso?

Creo que sí, y no estoy ignorando lo que ocurre: Viteri siempre habló de la guerra, Guayasamín habló de la guerra y de los horrores, pero eso ha habido siempre. Lo que se ha dicho es: “Estamos jodidos y sigamos jodidos”, y debemos tratar de dar un regalo al ser humano.

¿Un aliciente?

Claro. Un día comparé mi trabajo con el  de un médico, que busca los síntomas de una sociedad que sabemos que está enferma, la analiza y trata de poner su remedio. Mi pintura habla de la realidad del  humano, pero tratando de ser optimista.

¿Como una sanación?

Así es, porque yo  creo en el hombre. No voy a poner los horrores de la guerra para que la gente se amargue más y hasta se pegue un tiro. Yo no quiero meterme en política en absoluto. Como quien dice, no quiero meter la pata, ya la pata la meto en mis cuadros, pero hace tantos años a mí se me decía: “¿Y el pueblo, y el indio?”. Y yo respondía: “Esto es lo que comprende más el pueblo”.

A sus 81 años, ¿cómo se siente?

Pienso que la experiencia sirve de mucho y en mi largo recorrido como pintor se han cometido errores.

¿Como cuáles?

Tengo muchos hijos a los que pude atender, pero  a mis nietos no. Cuando veo mis errores creo que siempre ha habido una línea constante que me ha salvado: mi trabajo. Entre los errores: he sido muy generoso, he regalado mucha obra, y estoy un poquito arrepentido porque la gente no lo ha valorado.

¿Usted se quiere?

Yo sí. Tengo respeto por mi persona, no caigo en la egolatría ni en la fanfarronería... Yo sigo odiando la fama, pero aun odiando la fama, los premios y la publicidad, soy el pintor del que más han escrito en este país y a quien más premios han entregado.

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