La Lechuga, considerada una reliquia del arte religioso hispanoamericano desde ayer por primera vez está fuera de Colombia para ser exhibida en el Museo del Prado, de España, a partir del próximo martes.

Este tesoro del barroco, creado en la entonces Nueva Granada, es de unos 80 centímetros de alto y tiene más de 1.000 esmeraldas, un zafiro, 13 rubíes, 28 diamantes, 62 perlas y 168 amatistas.

Tallada en los primeros años del siglo XVIII para la Iglesia de San Ignacio de Bogotá, la joya no había salido nunca de la nación por su incalculable valor, confirmó la canciller colombiana, María Ángela Holguín.

Custodiada con celo por el Banco de la República, La Lechuga viajó a Madrid bajo fuertes medidas de seguridad. Su autor fue el orfebre José Galaz, a quien le llevó siete años terminarla, de 1700 a 1707.

La pieza religiosa es testimonio de lo que sucedió con el estilo barroco en esa tierra y de sus dimensiones y matices en un territorio en el que abundaban el oro y las esmeraldas, trabajados con gran habilidad por los pueblos originarios.

Según apuntes históricos, en los siglos XVII y XVIII la orfebrería de la región alcanzó un alto nivel de elaboración. La mayoría de las obras producidas en ese período era para decorar los altares de las iglesias del país.

Según el cronograma previsto, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, inaugurará la exposición en el Museo Nacional del Prado, apertura que coincide con su visita de Estado a la nación europea, invitado por el rey Felipe VI.