Barcelona, España.-

El escritor mexicano Álvaro Enrigue ganó ayer el 31 Premio Herralde de novela con la obra Muerte súbita,ambientada en el siglo XVI, sobre un partido de tenis que juegan el pintor italiano Caravaggio y el poeta español Quevedo.

Enrigue explicó en Barcelona, tras el fallo, que la novela sucede en un solo día, el 4 de octubre de 1599, a mediodía, cuando los protagonistas se encuentran en las canchas de tenis públicas de Plaza Navona, en Roma.

El autor ha trabajado la psicología de los dos personajes y su dos formas de ver el mundo: "Caravaggio, símbolo de la contrarreforma, tenía una idea muy moderna de la celebridad, de la fama, y en eso se parecía más a Andy Warhol que a Miguel Ángel; y Quevedo era una figura sólida como defensor de la hispanidad, del catolicismo, del imperio".

Caravaggio, aseguró Enrigue, es "un joven artista lombardo que ha descubierto que la forma de cambiar el arte de su tiempo no es reformando el contenido de sus cuadros, sino el método para pintarlos, y con ello ha puesto la piedra de fundación del arte moderno".

Su adversario es "un poeta español, tal vez demasiado inteligente y sensible para su propio bien".

En resumen, "ambos están en la cancha para defender una idea del honor que ha dejado de tener sentido en un mundo repentinamente enorme, diverso e incomprensible".

Muerte súbita se juega en tres sets, con cambio de cancha, en un mundo que por fin se había vuelto redondo como una pelota.

"Pensé que una palabra que aparecía por primera vez en una excomunión, merecía una novela"Para escribir Muerte súbita, que publicará Anagrama, Enrigue se retrotrae al primer registro documental de la palabra tenis, que sitúa en un edicto de excomunión del obispo Edmundus Lacy, fechado en 1451. "Pensé que una palabra que aparece por primera vez en una excomunión merecía una novela".

Contada en tercera persona por un narrador del siglo XXI, la novela ahonda en esos orígenes del tenis, que sirven a su autor para hablar del tránsito entre los siglos XVI y XVII, y como gusta a Enrigue, el narrador contemporáneo habla como si fuera una investigación y de ahí se despliega la narración. "Llevamos casi un siglo apaleando a la novela -dijo- y se ha demostrado que es el género que permite más cosas: hay una libertad única al escribir una novela".

Muerte súbita comienza cuando un mercenario francés roba las trenzas de la cabeza decapitada de Ana Bolena, pues las pelotas de tenis se hacían con pelo humano de muerto.

Enrigue señala su admiración por Caravaggio, "pintor abiertamente homosexual, celebridad en su tiempo que vendió sus primeros cuadros en 4 escudos, y al cabo de un año ya los vendía en 250 escudos".

Enrigue subrayó la coincidencia de que ayer, 4 de noviembre, día en que recibió el premio, es la festividad de San Carlos Borromeo, obispo de la contrarreforma que tiene un papel especial en la novela.

Álvaro Enrigue es el cuarto escritor mexicano en ganar el Premio Herralde, después de Sergio Pitol, Juan Villoro, y Daniel Sada.

DATOS

Esta es la 31 edición del premio Herralde, que le confirió 18.000 euros a Álvaro Enrigue por su novela Muerte súbita, que presentó bajo el seudónimo de “Hamilton”.

Álvaro Enrigue se ha convertido en el cuarto escritor mexicano en ganar el Premio Herralde después de Sergio Pitol, Juan Villoro y Daniel Sada.

El jurado del premio Herralde estaba formado por Salvador Clotas, Paloma Díaz-Mas, Marcos Giralt Torrente, Vicente Molina Foix y el editor Jorge Herralde.

Enrigue fue ganador en 1996 del Premio de Primera Novela Joaquín Mortiz con La muerte de un instalador.

Otras obras de Enrigue suelen mezclar los géneros de la novela y el relato, como Hipotermia (2006),  Vidas perpendiculares (2008) o Decencia (2011).

También es autor del ensayo Valiente clase media. Dinero, letras y cursilería (2013).