Michael Haneke: “El cine es un medio de avasallamiento”
Oviedo, España.- El director, guionista y dramaturgo Michael Haneke advirtió que la capacidad de diálogo es y tiene que ser una característica indispensable de la producción artística y que el respeto a la autonomía del espectador tiene que prevalecer frente a la manipulación.
“Demasiadas veces el cine ha traicionado esa regla básica interhumana, que precisamente es también una regla básica de la producción artística. La manipulación sirve para muchos fines, no solo políticos. También atontando a la gente uno se puede hacer rico”, subrayó.
En estos términos se expresó el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2013 durante la ceremonia de entrega de los galardones que se ha celebrado ayer en el teatro Campoamor de Oviedo. En presencia de la monarquía española, Haneke afirmó, en un discurso pronunciado en alemán, que el cine “es un medio de avasallamiento” que ha heredado las estrategias efectistas de todas las formas artísticas que existían antes que él “y las usa eficazmente”.
La manipulación sirve no solo para fines políticos. También atontando a la gente uno se puede hacer ricoTras afirmar que todo el mundo conoce el efecto que producen los cuadros de un tamaño sobrenatural en la gente, el cineasta austríaco señaló que también radica ahí la fuerza del cine y su peligro.
En su opinión, ninguna otra forma artística al margen del cine es capaz de “convertir al receptor en la víctima manipulada de su creador” como esta disciplina.
Tras señalar que ese poder requiere de una responsabilidad por parte del creador que no siempre se asume, Haneke recordó que el cine es la categoría artística más joven y que, como tal, espera “que tenga sus mejores tiempos aún por delante”.
No obstante, agregó que pese a la juventud de esta disciplina, también es cierto que “se ha hecho culpable como casi ninguna otra forma de expresión” ya que ni la literatura ni el teatro han conseguido alejarse tanto de su propia vocación.
Para el director de Amour, su última película, las artes plásticas han llegado como mucho a los carteles de propaganda, y la música, a las marchas militares, pero el cine, “con su peligrosa eficiencia en temas propagandísticos, ha puesto en peligro el destino de miles de personas”.
Sin embargo, indicó que tampoco se puede negar sin más a ese tipo de películas su carácter artístico y calificarlas de meros desvaríos porque no se puede ignorar en cineastas como Riefenstahl o Eisenstein su alta capacidad estética.
Haneke, que fue galardonado esta edición con el Príncipe de las Artes por su “original y personalísima aproximación de radical sinceridad, aguda observación y extrema sutileza a problemas fundamentales que nos conciernen o afectan individual y colectivamente”, reconoció en su discurso que es hermoso recibir una distinción así, pero que también entraña una parte difícil, porque conlleva preguntarse por qué se lo han dado a él y no a otro.
Los premiados
Ayer fueron reconocidos también el escritor español Antonio Muñoz Molina, que obtuvo el premio Príncipe de Asturias en la categoría de Letras; Saskia Sassen, en Ciencias Sociales; Annie Leibovitz, en Comunicación y Humanidades; la Organización Nacional de Ciegos Españoles, el de Concordia; la Sociedad Max Planck para el Avance de la Ciencia, el de Investigación Científica y Técnica; y José María Olazábal, el de Deportes.