Materia Gris es el primer borrador de la galería de arte Violenta
Carlos, el hijo del muralista guayaquileño Jorge Sweet, rescataba los bocetos de su padre de la basura. Gran parte de las obras que hizo en la ciudad, él las heredó de desechos que su progenitor relegaba.
El artista Oswaldo Guayasamín cumplía años el mismo día de la garelista Madelleine Hollander. Entonces, él le dedicaba un dibujo con la inscripción “para 6 de julio, con todo cariño Guayasamín”.
Xavier Patiño cuando inició su maestría en Cuenca llevaba una libreta con pasta de líneas rectas, en la cual registraba con una letra poco legible su tránsito, pintaba con acuarela y hasta pegaba etiquetas de pastillas y botellas de agua.
Todos los artistas tienen un boceto. Marcel Duchamp criticaba a inicios del siglo pasado que el valor de los bocetos en el arte contemporáneo no se consideraban de la misma manera que el de la obra original, que no tuvieran el valor que tienen en la música las partituras o los manuscritos de escritores.
Para los artistas emergentes Tyrone Luna, David Orbea, Juanca Vargas y Leonardo Moyano, un boceto es fundamental en la obra de un artista, es un arrebato y, al mismo tiempo, un fragmento en el que se define el entorno en el que trabaja, su vida y lo que finalmente se valora de su obra. Un bosquejo puede ser la conjunción de varios tiempos y evidencia la conexión que existe entre una obra y la vida de su autor.
Estos artistas, que están por terminar su carrera académica, en la Universidad de las Artes, montaron la muestra Materia Gris. Con ella ponen en evidencia cómo cada artista puede tener una especie de pascualina para su vida, como en el caso de Patiño; o cómo se puede ser tan prolijo en un esbozo como en la obra final, como pasa con el dibujo en lápiz sanguina en tamaño real de la obra Púlpito, de Stéfano Rubira.
En la exhibición reúnen los trabajos, en algunos casos secretos, de 63 autores ecuatorianos o residentes de distintas generaciones. La muestra contiene bocetos que van desde autores como Enrique Tábara con sus ‘pata pata’; los paisajes de Hans Michaelson; el microcosmos paradisiaco de Judith Gutiérrez; el juego geométrico de Estuardo Maldonado; los íconos cubanos caricaturizados de Saidel Brito; o las fotografías análogas de Armando Busquet y una de Jorge Velarde a su esposa, con la cual inicia uno de los tantos cuadros que le ha dedicado.
La muestra incluye los trabajos de artistas de generaciones recientes como Adrián Balseca, Luis Chenche o Anthony Arrobo, hasta las últimas generaciones de estudiantes de arte.
Materia Gris es el primer borrador que estos autores, agrupados como el colectivo Los Chivox, montan en Violenta, la galería que abrieron al sur de la ciudad y con la que piensan generar diálogos con la escena local y nuevas propuestas de “curaduría”.
Violenta está en Villavicencio, entre Maldonado y Gómez Rendón. Era una bodega abandonada, donde en algún momento se hicieron luminarias. Allí, este grupo ha armado una agenda de propuestas hasta fin de año. El objetivo, según Leonardo Moyano, uno de los integrantes, es construir un espacio que haga residencias, muestras y que también represente y venda las obras de autores locales. Una vez más, este grupo se plantea, como diría Tyrone Luna, “evidenciar y resplandecer”. (I)