"La mala noche" ha recorrido el mundo antes de llegar a las salas del país
En una cartelera llena de películas como Rápidos y Furiosos, El Rey León, El muñeco diabólico o IT se estrenará el primer largometraje de la ambateña Gabriela Calvache, La mala noche y espera estar, al menos seis semanas en exhibición.
La coproducción entre México y Ecuador tal vez sea la única película de esta temporada que usa el terror de la realidad para medirse en salas locales. Su argumento posiblemente no es comparable, pero de ello depende su tiempo en salas.
En la primera fase de su estreno comercial estará en salas de Quito, Guayaquil, Cuenca, Ambato, Loja, Ibarra y Otavalo. El filme narra, a través de Dana (interpretada por la actriz colombiana Noelle Schonwald), el mundo paralelo en el que viven las personas, principalmente mujeres, tomadas por el negocio de la trata de blancas.
Calvache aísla a sus protagonistas. Dana transita en un lugar irreconocible. Atiende a los clientes que ha conseguido en el negocio de la prostitución por años para comprar medicinas y enviarle dinero a su hija.
Su libertad le cuesta una cuota por saldar con Nelson, el magnate de este negocio y, aparentemente, su secuestrador. Últimamente no ha podido ser cumplida y su amenaza podría costarle la muerte de su hija.
Dana transita entre esta ciudad irreconocible y la casa a la que solo entran las furgonetas autorizadas. En ella descubre a una niña secuestrada, tomada de una catástrofe. De ella tal vez dependa la fuerza de su libertad.
El argumento es conmovedor. El recorrido que ha hecho por festivales antes de estrenarse en el país es inaudito. En solo cinco meses ha llegado a ocho encuentros cinematográficos, casi dos por mes, con un total de 3.650 espectadores.
Su primera proyección mundial fue en el Festival de South by Southwest, en Texas (ver infografía), la siguiente fue en el Festival de Guadalajara, donde recibió el premio a mejor fotografía y estuvo en uno de los encuentros más antiguos del mundo, el de Edimburgo.
En Quito se probó en el Festival Latinoamericano de Cine de Quito (FLAQ), donde recibió el premio del público. Ha logrado comercializarse en salas de cine comercial de Australia, Japón, Taiwán, China, México y en la televisión estadounidense.
Calvache calcula unos 45.000 espectadores y considera que está siendo “muy conservadora con las cifras del mundo”, pero en Ecuador espera que el filme llegue al menos a 20.000 personas, un récord para cintas locales.
“Es complejo porque no tenemos los recursos, ni a Hollywood detrás”, agrega Calvache en una entrevista con este diario y piensa que es fundamental “el boca a boca”.
Espera que tras salir de salas la gente pida la película para difundirla, que “las personas que la vean en grupos, en empresas, la temática da para hacer una conversación posterior”.
Para Marcel Morán, generente general de Supercines, no es posible especular sobre lo que pasará con este estreno. Anticipa que “estará dos semanas en cartelera, que podría extenderse hasta tres, depende del comportamiento de facturación. En cines grandes se quedará un poco más si amerita”, detalla.
Para la cineasta y asistente de dirección de La mala noche, Priscilla Aguirre, hablar de audiencias en salas de cine comercial “es complejo”, pues además del poco presupuesto que tienen los filmes para distribución, está el problema de formación de públicos vigente en el país.
“Se apunta al público popular que ha consumido la industria hollywoodense siempre y es muy difícil que quieran consumir otra cosa. Va más allá de una campaña, es algo cultural y tal vez solo cambie formando a las nuevas generaciones”, agrega Aguirre. (I)