Luis Padilla lleva 30 años produciendo canciones que aluden a una identidad guayaquileña. Crea los espectáculos que el Municipio de Guayaquil lanza en fechas conmemorativas.

La facilidad que tiene para crear piezas musicales lo ha convertido en el compositor que más veces participó en el Festival de la OTI, capítulo Ecuador.

En 1985 estuvo cerca de ganarlo (segundo lugar)  a escala internacional por el tema “La Pinta, la Niña y la Santa María”, interpretado por Jesús Fichamba en Sevilla, España.

 Se reconoce como un poeta y no como músico. No escribe partituras, las encomienda a arreglistas que entienden su “visión”.

“La facilidad de crear melodías no te las da el conservatorio, eso viene con uno. Yo hago la maqueta de las canciones y el arreglista las viste”, aclara Padilla.

A Gloria Gallardo, promotora cívica de la Alcaldía, le debe su vínculo con el Cabildo desde 1992. El expresidente León Febres-Cordero buscaba una campaña que mostrara “una nueva imagen de Guayaquil”.

Desde entonces es un eterno colaborador de la Municipalidad. Diseña hasta coreografías y escenografías de obras históricas.

Su carta de presentación son “Guayaquil vive por ti” y “Yo soy Juan Pueblo”, del álbum Famosas canciones del nuevo Guayaquil.

Un trabajo nada cuestionado por sus pares. Padilla es respetado por su estilo comercial, con estribillos y coros pegajosos en temas que calan en la memoria colectiva. El cantautor guayaquileño Juan Carlos Vergara lo considera la fórmula de su éxito.

“Él ha sabido representar lo que le piden, pero por el lado del Municipio sugiero que se debería modernizar ese  concepto de lo “criollo”  aplicado a las verbenas. Creo que hay que dejar ese estilo de a poco porque la nueva generación busca identificarse con otras cosas”, comenta.

El quiteño Christian Valencia, productor y director de obras musicales, tampoco  duda del talento de Padilla. Cree que lo ha aprovechado para entrar a un mercado en el que sus temas se han usado con fines políticos, como lo solicitado por Febres-Cordero.

“Padilla no ha logrado posicionar una canción en décadas por directa y precisa elección de preferencias. Carlos Rubira también hizo canciones para municipios, pero pegó sin relación de dependencias con dichas empresas”.

El músico considera que los compositores posicionados en el mercado comercial son Douglas Bastidas, Sergio Sacoto, Martín Galarza, entre otros.

Este año Padilla busca destacar sus composiciones en manos de arreglistas colombianos. Algunos de sus recientes  estrenos fueron: “Me quedo en Guayaquil”, en la voz de Jonathan Luna, con   arreglos del grupo Niche y “Mi cumbia guayaquileña”, en la voz de Sanyi con arreglos de Darlin Torres.

Esta semana, Padilla volvió a presidir el opening de la Feria Internacional de Guayaquil. Andrés Rivadeneira dirigió las coreografías que conmemoraron personajes históricos de la literatura.

En 2020 estrenará el proyecto La Fragua de Vulcano, “un musical de 25 canciones sobre el proceso revolucionario de los países de Iberoamérica”, indica el compositor. (I)