Lucho Mueckay dictará un taller intensivo de creación de personajes
Después de interpretar varios papeles en una misma obra teatral como lo hizo en Una vida en el teatro, de David Mamet y en Rabia, de Sebastián Cordero, el actor Lucho Mueckay decidió socializar sus técnicas y herramientas para construir personajes sin repetirlos, en un taller para actores que están en proceso de aprendizaje.
“Este año me tocó hacer muchos personajes y poner a prueba mi propia metodología en un curso que por supuesto, funciona”, explica el creador de la estricta y sarcástica maestra Normalixta.
Su propuesta se enfocará en los 4 ritmos orgánicos naturales, el calentamiento integral, el relajamiento activo y el ritmo emocional de cada actor, a partir de un curso intensivo de 5 sesiones, del 11 al 15 de junio, en el Estudio Paulsen (Barrio las Peñas, calle Numa Pompilio), de 18:00 a 20:30.
“Es un curso que da resultados porque es para saber cómo ponerle el cuerpo a un personaje, pero que no sea de exclusividad sobre cómo lo vistes o lo maquillas, porque definitivamente todo parte del movimiento”, dice el actor, quien enseñará la forma de manejar el cuerpo y la energía para poder caracterizar.
Mueckay explica que primero instruirá a los intérpretes a reconocer su propio cuerpo para incorporar corporalidades y para lograrlo será necesario entrar a un proceso de relajación interna para luego ponerlo en actividad.
“Es importante saber estructuralmente cómo estás compuesto, también cómo manejar la columna vertebral y las extremidades”, comenta, mientras explica que el segundo paso será conocer la forma en que la energía se manifestará, la cual deberá diferenciarse entre la intensidad o la velocidad, dimensiones que deberán examinarse en tiempo y espacio.
Finalmente, Mueckay hará una observación a la forma en que funcionan los ritmos naturales que tienen las personas, como por ejemplo, la caminata que asegura ser la huella digital de cada persona.
“Hay un gran componente inclusive científico atrás de esto, entonces hay que conocer estas técnicas para no caer en aquello en donde siempre estamos haciendo personajes en primera persona”, sostiene el fundador de Sarao. (I)