Bolívar Echeverría es una figura paradigmática: su pensamiento y su obra teórica adquieren una potencia en los momentos en que para todo el mundo la esperanza estaba perdida. Terco y firme, mostró todo su caudal y reflexión para expresar que la única opción de transformación se hace desde la revolución y no desde un conjunto de reformas. Con su fallecimiento, quedó pendiente una exploración más profunda de esa convicción a la luz de las nuevas demandas históricas.

Y es entendible que él pensara así porque en su formación y crecimiento hubo buenos cimientos: desde que estudió en Alemania y México y participó en el movimiento estudiantil alemán de los años 60 adquirió el sentido crítico, no desde la pura rebeldía sino desde el estudio y el conocimiento de todo lo que desde hace un siglo se había escrito para cambiar la matriz capitalista. Su vida intelectual misma da muestras de una solvencia y persistencia para entender lo que vivía. No es posible imaginar a un Echeverría sin ese académico que se establece en México en 1970 y donde se radica ejerciendo de traductor, estudiante de filosofía y economía.

Es en México donde ya define lo que será su preocupación fundamental: el estudio de la obra de Carlos Marx, del capitalismo y las posibilidades del socialismo en nuestras épocas y en nuestras tierras. Durante algunos años desarrolló un seminario de lectura sistemática de El capital, de Marx. Fundó las revistas culturales y políticas Cuadernos Políticos (1974-1989); Palos de la Crítica (1980-1981); Economía Política (México 1976-1985); Ensayos (1980-1988); y hasta el día de su muerte formaba parte de los consejos de redacción de revistas como Theoria (desde 1991); y Contrahistorias. La otra mirada de Clío (desde 2003).

Por su fructífera labor académica y teórica recibió los premios Universidad Nacional a la Docencia (México, 1997), Pio Jaramillo Alvarado (FLACSO-Quito, 2004) y Libertador Simón Bolívar al Pensamiento Crítico (Caracas, 2006).

Sus obras, poco a poco, fueron calando en las discusiones políticas. De hecho, en el Ecuador, vísperas de lanzar la convocatoria a la I Convención del Movimiento País, en el segundo trimestre de 2010, muchos de sus textos fueron la base de la elaboración de los documentos centrales de esa Convención. Por ejemplo: El discurso crítico de Marx, Conversaciones sobre lo barroco, Circulación capitalista y reproducción de la riqueza social, Modernidad, mestizaje cultural y ethos barroco, Las ilusiones de la modernidad, La modernidad de lo barroco, Definición de la cultura, Vuelta de siglo, Modernidad y blanquitud.

No hay en el Ecuador un pensador de la talla de Bolívar Echeverría y su legado, obra y entrevistas, apuntes y comentarios, están a la disposición de los nuevos pensadores, estudiantes y académicos, sin descontar a los dirigentes políticos y autoridades, que están en la obligación de leerlo, releerlo y estudiarlo a la luz de las actuales urgencias políticas.(OP)