El crecimiento del sector audiovisual funcionó durante los cinco años de vigencia de la Ley Orgánica de Comunicación (LOC) como una bola de nieve.

El artículo 98, de la LOC, prohíbe la importación de piezas publicitarias fuera del país, además de establecer que la mayor parte de quienes producen estos trabajos sean ecuatorianos.

A decir de la economista e investigadora en políticas culturales Gabriela Montalvo “tiene que haber condiciones estructurales que favorezcan la producción audiovisual y eso se crea con medidas de protección, como han hecho muchos países. En este país la que mejor resultado ha dado es el artículo 98”.

El sector, que se ha autodeclarado en emergencia durante el último mes, pide que se mantenga este articulado, luego de que el Ejecutivo planteara en el veto parcial a las reformas de la LOC su derogatoria.

A las exigencias del sector se allanaron 6 de 9 miembros de la Comisión de Derechos Colectivos de la Asamblea Nacional. Ahora faltaría abordar el tema en el pleno, sin embargo el tema no está en la agenda.

Andrés Michelena, secretario general de Comunicación de la Presidencia, dijo en una entrevista en Pública FM que la Ley de Comunicación anterior incorporó temas de producción, publicidad, telecomunicaciones, que deben tener sus propias leyes.

Michelena sostuvo que una de las propuestas para reemplazar los articulados alrededor del tema de publicidad planteados en la LOC “es trabajar una ley de fomento cultural, de telecomunicaciones y de medios públicos”.

Estas propuestas deberían “ser inmediatas y considerar la agenda del sector”, según han dicho los realizadores audiovisuales.

Para Montalvo es importante entender que “tanto la publicidad, el cine, la televisión, como los nuevos medios digitales, son parte de la industria del audiovisual, son parte del mismo sector económico”.

La economista consideró que cada uno de los incentivos que existen alrededor de la industria deben ser componentes de una política. 

“La idea es que el sistema tenga condiciones óptimas de producción y que no dependa de un fondo o de una medida de protección, sino que tenga condiciones en su territorio para producir”, agregó.

Señaló que, en ese aspecto, los fondos concursables  que promueve el Instituto de Cine y Creación Audiovisual (ICAA) deben dirigirse para la producción que no está dirigida al mercado “eso debería ser para sostener la creación en sí misma”.

Añadió que “sostener una industria se trata de tener políticas fiscales, arancelarias, de formación, capacitación. No puede pasar solo por un instituto”.

Para Nadya Donoso, productora y realizadora independiente, la implementación de esta medida profesionalizó a un sector en distintos niveles: desde la señora que hace el catering, actores, camarógrafos y productores.

El realizador Carlos Andrés Vera dijo que no cree en  políticas proteccionistas, “pero tampoco en cambiar el marco jurídico de un día a otro y pasar del proteccionismo a la ausencia total de un marco que incentive al sector”. 

Además para Montalvo “todo lo que genera símbolos es parte de la producción cultural. En tanto, las propagandas, la televisión, el cine y los nuevos medios generan símbolos y expresiones culturales, no es necesario que sean obras de arte para que sean parte de la cultura, son expresiones simbólicas por tanto son importantes”. (I)

Aporte

Industrias Culturales

Las industrias Culturales, de acuerdo a los datos calculados por la Dirección del Sistema de Información del Ministerio de Cultura y Patrimonio, aportan con valores que van de 1% a 1,7% del PIB para el período 2007 -2014.

40 por ciento de este porcentaje generado por las industrias sería un aporte del sector audiovisual.

Cifras de producción

De acuerdo a cifras del Ministerio de Cultura a la Comunidad Andina en 2017 el sector audiovisual logró una producción de $ 632,8 millones. En 2007 fue de $ 183,8 millones.