Cristóbal González Guzmán es reconocido como uno de los coloristas más importantes de la pintura ecuatoriana contemporánea en tres décadas de trayectoria.

Su obra figurativa está centrada en la impecable presencia del color con una composición -y descripción- de vidas de salón, en los interiores limitados por el trazo definido y la exuberancia pictórica comprimida entre cristales y paredes.

Parte de este concepto está impregnado en su nuevo trabajo Las Mestizas Blancas, compuesto de 22 pinturas en un mismo formato.

La obra expresa por medio de rostros femeninos la enigmática expresión y manerismos pictóricos del artista centrados en la explosión del color con el que conjuga su estilo.

La exposición manifiesta la migración, el mestizaje, la globalización, el idioma, entre otras temáticas mezcladas en las miradas y contornos de estas mestizas que, con sus poses, muestran un  singular enfoque a la individualidad y colectividad humana.

Esta producción será presentada en Madrid el próximo 26 de abril y  quedará abierta hasta el 10 de mayo.

“No soy académico, pero me gusta más bien irme en contra de la teoría y hacer cosas atrevidas como mezclar colores que supuestamente no se combinan o no se complementan”, refiere el artista que ha dirigido y enseñado por ocho años en el departamento de Artes Visuales en el Colegio Americano de Quito.

Es característico de González retratar la condición humana, pero aquella que se muestra despreocupada de la denuncia social.

Siempre ha estado inmerso en la gestión cultural desde su morada: la Galería de Arte González Guzmán.

Por diez años consecutivos ha formado a jóvenes artistas a través de sus obras en algo más de 100 exposiciones.

González ha residido en Estados Unidos, donde ha realizado destacadas exposiciones.

En Nueva York lo hizo en el 2013, y al año siguiente, 2014, en la ciudad de Miami. (I)