Cuatro paradas en el territorio ecuatoriano a lo largo de su mandato
Fueron cuatro las visitas al país de la Mitad del Mundo y en todas acaparó la atención. Los viajes de Fidel Castro están repletos de curiosidades e historias no siempre ortodoxas. Por ejemplo, su reunión (2002) con el expresidente León Febres-Cordero. A pesar de las profundas diferencias ideológicas que les separaba, ambos se consideron amigos.
Su primera visita fue corta: duró algo más de 6 horas y ocurrió el 5 de diciembre de 1971 en Guayaquil. Aquí gobernaba José María Velasco Ibarra; Ecuador y Cuba no tenían entonces relaciones diplomáticas.
Guayaquil (1971)
En su primera visita al país -de paso, tras retornar de Chile a Cuba- Fidel fue recibido por el Presidentre Velasco Ibarra. Imagen de diario EL TELÉGRAFO, 6 de diciembre de 1971.
El líder socialista retornaba a su país, tras una prolongada visita oficial a Chile, gobernado entonces por Salvador Allende, y cuando Latinoamérica vivía una polarización ideológica producto de la Guerra Fría. Castro arribó a las 18:27 al aeropuerto Simón Bolívar del puerto principal. Velasco lo esperaba con sus ministros de Gobierno, Jaime Nebot Velasco; de Producción, Vicente Burneo; de Defensa, Luis Robles Plaza; de Recursos Naturales, Alfonso Arroyo Robelly y el canciller Rafael García Velasco.
Según el historiador Germán Rodas Chaves, a las 18:45 los mandatarios se saludaron en el salón Presidencial. “Luego de las presentaciones y de los intercambios de opiniones entre delegaciones e invitados especiales de Ecuador, hubo una conversación reservada entre Velasco y Castro”.
Quito (1988)
El 10 de agosto de 1988, este diario reseñó la llegada del líder cubano, para la posesión del mandatario Rodrigo Borja, de quien dijo: “Es un digno presidente para Ecuador”.
Trascendió después que Ecuador había solicitado a Cuba la extradición de los secuestradores de un avión de Tame, que 2 años antes había sido desviado a la Isla, “en medio de un lamentable episodio que provocó la muerte del copiloto”.
A las 19:30 se efectuó la rueda de prensa que duró una hora, y a las 21:00 los mandatarios asistieron al casino de la FAE a la cena de honor, que consistió en langosta a la mayonesa, carne a la parrilla, frutas y helado. Velasco expresó su admiración por la Revolución Cubana; Fidel respondió: “Usted, presidente Velasco, tiene el poder, usted gobierna este pueblo y este país, haga, pues, la revolución que usted admira”. En la madrugada del 6 de diciembre, el líder cubano retornó a su país.
Quito y Guayaquil
El 29 de noviembre, EL TELÉGRAFO publicó en la portada a los gobernantes de Cuba, Venezuela y Ecuador. Coincidieron en la inauguración de la Capilla del Hombre, en Quito.
Pasaron 17 años para una nueva visita. Fue en 1988, en la posesión del presidente Rodrigo Borja. No solo fue la segunda llegada al país, sino también a Sudamérica como gobernante de Cuba. “Mi presencia en Quito es una muestra de la amistad e identificación latinoamericana, ante la impotencia de aquellos que no quisieran vernos tan unidos”, declaró a su llegada, a las 09:30 del 9 de agosto.
Su estancia estuvo marcada por el hermetismo. Además de la posesión de Borja, las pocas actividades públicas fueron las entrevistas con el mandatario entrante y con el presidente de Portugal, Mario Soares.
Quito (2003)
El 11 de agosto este Diario reseñó las actividades que cumplió el entonces jefe de Estado cubano, además de la ceremonia de posesión del presidente Lucio Gutiérrez.
Visitó a su gran amigo, el pintor Oswaldo Guayasamín y paseó por la Fundación que lleva su nombre, donde se le ofreció un homenaje coincidiendo con su cumpleaños 62. Castro permaneció en la capital hasta la madrugada del 13 de agosto fecha de su aniversario.
La tercera ocasión fue el 28 de noviembre de 2002 para la inauguración de la Capilla del Hombre, obra emblemática de Guayasamín, fallecido 3 años antes. Junto con el mandatario venezolano Hugo Chávez, puso una ofrenda floral en la cripta del Mariscal Antonio José de Sucre, en la Catedral Metropolitana.
Ese día, Castro, Chávez y el presidente ecuatoriano, Gustavo Noboa, inauguraron la Capilla del Hombre. Ahí encendieron la ‘Llama Eterna’. Castro elogió a Guayasamín: “Fue tal vez la persona más noble, transparente y humana que he conocido”. También estuvieron el alcalde de Quito, Paco Moncayo; el presidente de la Conaie, Leonidas Iza; y el Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.
Antes de retornar a La Habana, Fidel arribó sorpresivamente a Guayaquil a las 18:55; el motivo se conoció casi de inmediato: en un vehículo con vidrios polarizados se dirigió a la hacienda El Cortijo (Samborondón), propiedad de su amigo y expresidente, León Febres-Cordero. Aunque hubo extremas medidas de seguridad, la prensa se enteró del acontecimiento. Cenó con el entonces líder socialcristiano, en una reunión privada a la que asistieron familiares y el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot Saadi. No se conocieron pormenores de esa reunión. Al final, Fidel Castro y León Febres Cordero se tomaron una fotografía con los periodistas que los habían esperado por horas.
La última visita al Ecuador fue en la posesión del presidente Lucio Gutiérrez. Al frente de la comitiva cubana, llegó a las 15:45 del 14 de enero al aeropuerto Mariscal Sucre. Lo recibió el canciller Heinz Moeller, en medio de un torrencial aguacero.
Estaba previsto que el líder cubano se hospedara en el Swissotel, pero se alojó en el Alameda Plaza. Otro hecho destacado en la ceremonia ocurrió cuando el presidente del Congreso, Guillermo Landázuri, anunció su llegada y una fuerte ovación se escuchó en el recinto.
Castro aprovechó su permanencia para dialogar con Gutiérrez Borbúa, y al día siguiente con el vicepresidente Alfredo Palacio, con quien trató temas de educación, salud, universidades y desarrollo científico.
Antes de partir, habló con el presidente de la Conaie, Leonidas Iza; el coordinador de Pachakutik, Miguel Lluco; y el diputado Ricardo Ulcuango, quien expresó su emoción. “Él (Castro) ha superado los problemas de la población cubana, no existe analfabetismo ni problemas de salud”.
Con esas cuatro visitas a Ecuador, Fidel Castro cultivó seguidores y detractores en el país- Pero más allá de eso, su presencia siempre ha acaparado la atención, más que cualquier otro Mandatario de la región. (I)