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Ecuador, 26 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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Una película documental, un par de discos grabados en directo y un texto son parte de la historia

Las 4 décadas de la Concha acústica se narran en un libro

El concierto realizado el útimo día de 2014 tuvo como novedades los lanzamientos de un libro y un disco. Foto: Santiago Aguirre / El Telégrafo
El concierto realizado el útimo día de 2014 tuvo como novedades los lanzamientos de un libro y un disco. Foto: Santiago Aguirre / El Telégrafo
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Los riffs que la guitarra de Jimi Hendrix exhaló durante el festival de Woodstock tuvieron un eco inesperado en Quito hace más de 4 décadas. Inspirados en ese blues surrealista y rabioso -al igual que en la música de Credence Clearwater Revival o los Rolling Stones-, un puñado de jóvenes organizaron un concierto en 1972, al que tuvieron que llamar ‘Festival de Música moderna’ para que las autoridades de la dictadura, que entonces gobernaba el país, no fueran a impedirles su realización. Pero, en ese momento, Ramiro “Negro” Acosta, Marco Romero, Xavier Benavides y  René Vinueza quizá no imaginaron que estaban fijando las coordenadas de un enclave para los roqueros de las 4 décadas posteriores.  

El lugar elegido fue la Concha acústica del barrio la Villaflora, en el sur de la capital, actual eje multitudinario de esta cultura urbana. Las huellas de Hendrix, el famoso guitarrista de Greenwich Village, fueron pintadas desde el redondel hasta el escenario en el que un telón con su rostro recibía a los asistentes aquel 11 de marzo de 1972.

Un par de años después, Jaime Guevara pisó este escenario con forma de molusco y, en 1976, uno de sus gestores, Romero, actuó en la despedida del grupo Océano. Pero 1987 es el año en que se regulariza el festival, tomando como fecha de realización el 31 de diciembre.

Cada uno de estos hechos que, sin duda, marcaron la historia de los aficionados de este género musical, los recoge el periodista Pablo Rodríguez en el libro ‘Concha acústica, cuatro décadas de historia’ (Rocker, 2014), que acaba de publicar la editorial Pedro Jorge Vera de la Casa de la Cultura ecuatoriana.      

El texto revela los testimonios de varios partícipes del festival, sin dejar de lado el análisis de algunos especialistas. Una alocución del músico Jaime Guevara, por ejemplo, define a la Concha como “la esquina grande del rock que todos conocen y a la que todos asisten para encontrarse con los suyos, y reencontrarse a sí mismos”. Por su parte, el poeta y periodista mantense Alexis Cuzme sitúa al festival como “el referente de un país rockero, el espacio que visibilizó a una masa simbólica de músicos y público, que recoge a distintas generaciones (...), que ha socializado la tesis de la unidad, porque unidos en la masa oscura se es una sola voz representativa...” (sic).

La edición 42 de este festival, realizada luego de que el Sistema Nacional de Festivales del Ministerio de Cultura y Patrimonio lo aprobara -a través de un jurado integrado por Tadashi Maeda y Mario Godoy-, incluyó el lanzamiento del disco ‘Concha acústica 2013’, producción ganadora de los Fondos SECU. Está a la venta en algunas tiendas discográficas, junto al libro, y contiene la actuación del grupo Mozarella, que tuvo la participación del tecladista Sebastián Maldonado, quien volvió a este escenario 41 años después de haber tocado con el grupo Los Extraños.

Rodríguez le contó a este Diario que “Maldonado no se acordaba de ese concierto, pero en el diario Últimas Noticias salió una crónica en que se nombra al grupo Los Extraños, del colegio San Gabriel. Entonces hubo emociones encontradas. Ver a Amable Mejía, el más extremo de los vocalistas, emocionado con la puesta en escena de Mozarella en su reencuentro, fue otro recordatorio que hizo insuperable el concierto de 2013”. El cantante Gary Huff es otro integrante de este registro histórico, pues también estuvo presente hace un año. Fue la tercera ocasión en los últimos 20 años en que vino al país para reencontrarse con Mozarella.

El próximo proyecto editorial de Pablo Rodríguez es el libro ‘Sal y Mileto, dos décadas de rock libre’ que realiza junto a Igor Icaza y Cristina Burneo.

Datos

El ‘Primer festival de Música moderna’ (11 de marzo de 1972) fue el antecedente del concierto de fin de año en la Concha acústica de la Villaflora, en el sur de Quito.


Los ‘Conciertos en Libertad’ se llevaron a cabo entre los años 1980 y 1985. En ese entonces los organizaba el músico
Jorge Laverde, integrante de la agrupación Luna Llena.

El concierto ‘Rock por la vida y la paz’, en 1987, es el inicio de un ciclo en que todos los 31 de diciembre se realizaría este festival de forma ininterrumpida, pese a varias prohibiciones.


El disco ‘XV años Al sur del cielo’, lanzado en 2003 y grabado en directo en 2002, conmemora los primeros tres lustros del festival.

El festival tiene un documental (1987 - 2008). Otros hitos fueron el homenaje a los fallecidos en la discoteca Factory, en 2009, y el lanzamiento de la Antología del Rock ecuatoriano Volumen 1, en 2013.

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