La Unesco aprovechó ayer la celebración del Día del Libro para pedir una reflexión sobre la manera de mejorar la difusión de la cultura escrita y el acceso de los individuos a la misma.

La directora general de la organización con sede en París, Irina Bokova, recordó el poder que tienen los libros para transmitir “la cultura de los pueblos y sus sueños para un futuro mejor”, y consideró que esta fecha es una oportunidad para pensar en la forma de permitir a la gente acercarse a ellos.

“Los libros son nuestros aliados para difundir la educación, las ciencias, la cultura y la información”, manifestó la funcionaria, según la cual, aunque los libros en su formato impreso aún son “una tecnología potente” que resiste al paso del tiempo, los digitales ofrecen “nuevas oportunidades para el acceso al conocimiento”.

Bokova consideró que todas esas obras, más que un objeto material, son “la más bella invención del ser humano para la transmisión de las ideas”, y estimó que su diversidad es “una fuente de riqueza, que debemos hacer sobrevivir a través de políticas públicas contra la uniformidad cultural”. EFE