¿Por qué busca presidir la CCE?

He estado retirado de la Casa ocho años. En ese tiempo he visto ineficiencia marcada de la entidad. Pintores, escritores y artistas solicitan que yo vuelva.

La Casa ha sido cuestionada por artistas en el fondo editorial, o por un anquilosamiento del ente...

Como no ha habido un consejo editorial serio, yo creo que sí es necesario plantear un consejo editorial reconocido. Todas las editoriales del mundo tienen su grupo de lectores específicos; no puede tratarse desde el amiguismo, el clientelismo. Además creo que hay que desconcentrar la editorial. Es decir, como tenemos 23 núcleos, cada uno tiene la posibilidad de editar sus libros, de los autores de esa localidad y, mediante las redes que propongo, podemos seguir conociéndonos.

En mi período no hubo críticas porque se sacaron libros importantes y con una gran selección de escritores. Ahora de repente puede ser que dentro de esa selección haya autores que no complazcan a todos los gustos, pero creo que si se hace una cosa seria, hay que hacerlo en los parámetros en los que vivimos, porque tampoco podemos pedir grandes obras literarias si no tenemos la contundencia del hecho cultural en sí.

La ineficiente distribución de los libros me parece que es el punto nodal. Me parece que estas redes que planteamos pueden manifestarse con la misma característica que en la matriz. Deben existir también los núcleos cantonales.

¿Cuál será la relación de la CCE y el Sistema Nacional de Cultura?

De acuerdo a la Constitución vigente, el Sistema Nacional de Cultura es un hecho, la Casa de la Cultura  se integrará como un espacio de diálogo, de debate, capaz de coordinar, fortalecer y apoyar proyectos nacionales. ¿Desde dónde? desde la promoción, difusión y la producción. La autonomía sucederá en la Casa.

¿Hay renovación en la CCE?

A mí me parece que este es uno de los puntos importantes de los que vamos a tratar nosotros si es que hay la posibilidad: de rejuvenecer la Casa. Realmente no hay actores jóvenes en los núcleos y vamos a darle un vuelco. He dicho en alguna declaración que es imposible tener una revolución ciudadana si a la par no tenemos una cultural y esta se da por un pensamiento fresco, agudo y profundo que está en los jóvenes. Creo que en estos últimos 8 años la gente se ha alejado de la Casa. Porque no ha tenido  ningún tipo de estímulo. No es que la Casa pueda crear grandes artistas, grandes escritores, pero puede generar el clima.

El manejo de los fondos ha sido cuestionado también...

No creo que el presupuesto no pueda manejarse de una manera honesta e igualitaria. Están los reglamentos para eso. De todas formas más que la cantidad, es el buen manejo. Gabriel Cisneros, mi binomio, me ha dicho que deberíamos cuidar mucho esa ética en el sentido de que publiquemos nosotros mismos.

¿Cuáles son sus propuestas?

La Casa ha sido invisible fuera del país. Trajimos a Saramago, Fidel Castro, Chávez. Los núcleos de fuera del país deben fortalecerse. Mantendremos una convocatoria abierta. Ese núcleo de Pichincha debe quedar en el sur para movernos mejor. Para visibilizar a los rockeros, los movimientos nuevos; pero no desde una espectacularidad sino desde la reflexión. Iremos de localidad en localidad promoviendo la participación de la mayoría de actores culturales.