La Casa de Carrión sigue en busca de la confianza perdida
La Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE) se creó hace 68 años con la misión de devolver a los ecuatorianos la confianza perdida que causó el quebranto territorial de 1941.
La idea la lideró el escritor lojano Benjamín Carrión y en sus primeros años, según relatan los miembros que tuvieron la oportunidad de conocer de cerca el proceso, la institución era un lugar de debate y de obra.
Lejos ya de esos años en donde la Casa incluso fue trinchera de lucha para los intelectuales en tiempos difíciles, fue perdiendo credibilidad.
No se sabe con exactitud el tiempo en que la institución perdió la brújula, pero los recientes capítulos “negros” para unos y “dolorosos” para otros marcan claramente los problemas internos que aquejan, afectan y disocian a la Casa.
La falta de interés en las pasadas votaciones del 1 de agosto, en las que participó apenas el 40% de miembros, la falta de un marco legal claro, los intereses políticos, la falta de acercamiento con ministerios estratégicos y sobre todo la investigación por supuestos actos de corrupción al núcleo de Santo Domingo de los Tsáchilas forman parte de los episodios escabrosos de la institución.
El núcleo de Santo Domingo de los Tsáchilas, compuesto actualmente por 62 miembros, trata de salir de los problemas económicos que le aquejan desde hace dos meses, tiempo en que su presidente y otros funcionarios fueron detenidos por autoridades judiciales para una investigación por supuestos desvío de dineros.
Adriana Minda, presidenta encargada del núcleo, asegura que no hubo actos de corrupción sino más bien desconocimiento de los procesos administrativos para la justificación de montos económicos.
Minda junto a otros miembros y funcionarios del núcleo trata al momento de organizar su núcleo para que no se detengan las actividades culturales pactadas, así como las administrativas.
Por su parte, Wilson Romero, gestor cultural de esa ciudad, dijo que la presidenta no goza de la aprobación de los miembros y que por ello anhela que se convoque a elecciones de presidente del núcleo.
El presidente del núcleo de El Oro, Luis Serrano, apuntó que el marco legal al que calificó de “frágil” dio la pauta para que se produzcan las interpretaciones que realizó la junta plenaria sobre los resultados de las elecciones del 1 de agosto.
A juicio de Serrano, que es médico de profesión, es necesario mejorar la imagen de la CCE para fortalecer el marco jurídico con el fin de que las cosas sean precisas, democráticas y garanticen la accesabilidad y el trabajo de los gestores. Torres, que asume hoy la presidencia, se ha impuesto como reto recuperar la confianza del ente.