Esta semana, la corporación cultural OchoyMedio, luego de facilitar las salas que administra para el EDOC 11, ofrecerá su tradicional festival Eurocine, que cuenta con el  apoyo de las embajadas y centros culturales de los países de la Unión Europea.

La muestra empezará su exhibición en Guayaquil hoy, a las 20:00, mañana en Manta, a la misma hora, y el viernes, a las 20:00, en Quito con el filme  danés “En un mundo mejor”, de Susanne Bier. Además, el programa en sus seis secciones no ha descuidado el espacio para los clásicos y un realizador destacado.

Este año la sección En Foco será dedicada al actor, crítico de cine y director portugués Joâo Cesar Monteiro, que, según reza en el catálogo del Eurocine, es  casi desconocido en estos lares, un error que debe corregirse.

Considerado por muchos como uno de los más controversiales cineastas portugueses de su generación,  marcó su presencia en el cine con filmes polémicos e inclasificables, tejidos con una particular, algo experimental y altamente referencial estética, influenciada por su pasado como crítico de cine y poeta. En varias de sus últimas películas interpretó al protagonista recurrente  João de Deus, un sorprendentemente articulado y sobresexualizado personaje cuyas actitudes involucran espontáneas rachas de hedonismo, referencias culturales, escándalos y sátira.

Las 4 películas que conforman el espacio En Foco de Eurocine, “Recuerdos de la casa amarilla” (1989), “La comedia de Dios” (1999), “Las bodas de Dios” (1994) y “Va y viene” (1994) solo se verán en Guayaquil -todas el 1 de julio, al cierre de Eurocine, desde las 13:00- y en Quito -en diversos horarios  el 19, 24 y 29 de junio, además del 1 de julio-. Autor de 5 libros, Monteiro, nacido en una familia de ideales anticlericales y antifascitas, vivió en Lisboa desde los 15 años y estudió en la London School of Film Technique desde 1963 hasta que regresó a Portugal en 1965.

“La poesía no se puede filmar [...] Mi filme es un filme sobre el cine y su materia”, dijo el mismo Monteiro en el texto “Auto-entrevista”, incluido en el volumen Morituri te salutant. Fue un intelectual  marginal, radical, problemático  y excéntrico  (“impossível” como  lo denomina su amigo Vítor Silva Tavares en el prólogo del mismo libro. “Autor de un cine punzante, irrepetible”, escribieron en su obituario).

De su último filme, “Va y viene”,  la crítica especializada ha dicho que sus 3 horas no son demasiadas para meditarla, al hilo de los trayectos en autobús en Lisboa, de un paseo por el parque, de sabias conversaciones entre mujeres   jóvenes y el anciano flaco interpretado por Monteiro, que cambiando su nombre, retoma el personaje de João de Deus.

Aunque la mayoría de su obra fue recibida con perplejidad y escándalo por las audiencias promedio, es considerado por la crítica internacional y portuguesa como uno de los principales directores portugueses, junto con Manoel de Oliveira.