Italia aprueba el Proyecto Pompeya
Roma, Italia.- El Gobierno italiano aprobó ayer por decreto ley el “Proyecto Pompeya” que contará con una coordinación fuera del centro arqueológico y con un director general con amplios poderes que garantizará el respeto de los compromisos con los restos de la ciudad romana, informó el ministro de Cultura, Massimo Bray.
Pompeya, la ciudad sepultada por las cenizas del volcán Vesubio en el año 79 d.C, contará, además, con una superintendencia general al igual que la antigua ciudad romana de Herculano y las excavaciones de Stabia, ambas en la región de Campania, al sur del país. “Pompeya será un ejemplo de transparencia para hacer del sur del país un ejemplo positivo”, dijo el ministro de Cultura.
El decreto ley prevé que el director general del llamado “Proyecto Pompeya” sea el administrador único, defina la urgencia, asegure el desarrollo de los concursos públicos, mejore la gestión del lugar y controle los gastos.
El director también tendrá el deber de definir el tiempo de realización de las intervenciones en el yacimiento y contará con el apoyo de técnicos procedentes de la administración estatal, con un máximo de 20, y de cinco expertos en materia jurídica, económica, arquitectónica, urbanística y de infraestructuras.
La Superintendencia Especial para los Bienes arqueológicos de Pompeya, Herculano y Stabia estará separada del eje museístico de Nápoles y de Caserta que serán regidos por la nueva Superintendencia para los Bienes Arqueológicos.
El primer ministro de Italia, Enrico Letta, dijo que se trata de “valorar Pompeya” y de “una gran respuesta al mundo ya que tenemos la responsabilidad de convertirla en utilizable”.
El pasado 23 de julio el presidente de la Comisión italiana de la Unesco, Giovanni Puglisi, aseguró que el reconocimiento del área arqueológica que constituye Pompeya como Patrimonio de la Humanidad no se encontraba en peligro.
Las alarmas saltaron el pasado 29 de junio cuando Puglisi lanzó un ultimátum en el que indicaba un plazo hasta el 31 de diciembre de este año para que el Gobierno italiano adoptara “medidas idóneas para Pompeya”.
Puglisi destacó entonces el informe de enero de 2013 realizado por una comisión de la Unesco en el que se ponían en evidencia, de forma documentada, las faltas estructurales, como filtraciones de agua o los daños provocados por la exposición a la luz en varios mosaicos que deberían haber sido protegidos. Pompeya, después del Coliseo Romano, es el lugar más visitado por los turistas que llegan a Italia.
Sin embargo, ante el estado de abandono y la desidia que hasta ahora ha reinado entre sus responsables, el organismo de Naciones Unidas lanzó el ultimátum.