En una típica escena veneciana de gondoleros que pasean a turistas al ritmo de música popular italiana se ve a un artista sin rostro.

“Armando mi puesto en la Bienal de Venecia. Pese a ser el más grande y prestigioso evento de arte del mundo, por alguna razón nunca he sido invitado”, escribió el artista urbano Banksy, cuando publicó la escena, en Instagram.

El grafitero es conocido internacionalmente por sus murales de tinte político y por cómo se las arregla para pintar escenas sobre migración, crisis financiera y contra la xenofobia y que nadie lo vea.

En el video, el hombre que aparece en primer plano exhibe un mosaico de diversas obras que forman un crucero gigante que pasa por Venecia, titulado “Venice in oil”. Se ven turistas que admiran el trabajo –“es realmente lindo, más lindo de lo que vimos en la Bienal”, se oye decir a una voz femenina–, así como personas que, ante la obra, comparan a los cruceros gigantes que navegan a orillas de Venecia con “monstruos”.

El video concluye cuando un par de policías se acercan al artista y, en inglés, lo invitan a retirarse de la Plaza San Marcos porque no tiene la autorización correspondiente para exponer. Sí, es Bansky y volvió a hacerlo.

La obra en cuestión se llama Venice in oil y es una crítica a uno de los paisajes más recurrentes y polémicos de Venecia, dividida hace años entre la industria turística y quienes quieren prohibir la entrada de estos gigantescos barcos en el centro de la ciudad.

De hecho, el Ayuntamiento ha introducido recientemente una nueva tasa para quienes visiten la ciudad sin pernoctar en ella con el objetivo de desincentivar la excesiva afluencia de turistas que hacen visitas “express” y de quienes los restaurantes y hoteles no obtienen beneficio alguno.

El comandante de la policía municipal de Venecia, Marco Agostini, dijo al Diario La Stampa que no le hicieron ninguna multa al supuesto Banksy de incógnito.

Agostini agregó que la sospecha es que su nueva provocación fue algo muy estudiado: en el video, de hecho, se ve que en el momento en el que el artista se retira con su carrito, justo pasa en el fondo, un crucero inmenso, muy similar al que pintó en su obra.

Lo que el grafitero quiso denunciar es la no tan remota posibilidad de que la ciudad acabe muriendo por el claro daño ambiental y social que provoca este hecho. De este modo recalca que la respuesta ciudadana no puede hacerse esperar.

En octubre pasado, el mundo entero volvió a sorprenderse con este artista británico cuando una reproducción de una de sus imágenes más famosas, Niña con globo, se autodestruyó a la vista de todos en el momento en que era rematada por 1,4 millones de dólares, en Sotheby’s.

“No destruyó una obra sino que creó una nueva”, había dicho entonces Alex Branczik, jefe de Arte Contemporáneo de la casa de remates en Europa.

 A pesar de la popularidad mediática que tiene este artista, una de las características de su obra ha sido mantener el anonimato. Su trabajo en las paredes y lo instantáneo que puede resultar ser un grafiti se restringe a lo que quiere denunciar. (I)

Controversial

Obras  famosas                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                

Uno de los trabajos más controversiales de Banksy es Kissing Coppers (Policías besándose), elaborado en Brighton, Inglaterra. Banksy estuvo en Palestina algunas veces y en cada visita dejó trabajos esparcidos por los muros.

1,4 millones fue el costo máximo de una de sus obras subastadas en la casa europea Sotheby´s.

Anonimato

El autor pasa desapercibido donde va, porque nadie sabe bien quién es. Sus obras son las mediáticas.