Irina Bokova es reelecta como directora general de la Unesco
La Conferencia General de la Unesco confirmó hoy la reelección al frente de la organización de la diplomática búlgara Irina Bokova para los próximos cuatro años, hasta 2017.
La decisión de la conferencia, reunida desde la semana pasada en París, confirma la del Consejo Ejecutivo de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que alcanzó el acuerdo previo el pasado 4 de octubre.
Hoy Bokova consiguió 160 votos a favor frente a 14 en contra, según el recuento hecho público en la sede de la organización.
Bokova obtuvo en octubre 39 votos de los 58 miembros del consejo frente al embajador de Yibuti en Francia, Rachad Farah, que logró trece, y al profesor libanés Joseph Maïla, que recibió seis, y hoy superó ampliamente los 88 que necesitaba para seguir en el cargo.
Durante su discurso de agradecimiento, la directora general destacó que, en "tiempos de crisis", la Unesco "encarna la dignidad humana" y subrayó que una de las prioridades para este mandato será conseguir "el empoderamiento de las mujeres" de manera que todas tengan acceso a la educación y puedan desarrollar libremente una carrera profesional.
En rueda de prensa, Bokova destacó las reformas de los últimos cuatro años para conseguir "una administración más eficiente, con menos burocracia" y, al mismo tiempo, reforzar el "liderazgo intelectual" de la Unesco dentro de las Naciones Unidas.
La organización atraviesa una crisis financiera desde que Estados Unidos dejó de pagar sus contribuciones en 2011, tras la admisión de Palestina como miembro, y empezó el bienio con un déficit de 220 millones de dólares, aunque actualmente el presupuesto está equilibrado.
"Esto ha supuesto un impacto negativo en toda la organización. Hemos tenido que tomar decisiones difíciles y parar programas que se estaban desarrollando, pero creo que hemos protegido lo más importante de nuestra actividad", admitió Bokova.
Precisamente la conferencia general que se celebra ahora en París decidió quitar a Estados Unidos e Israel su derecho a voto por no haber pagado su contribución y en aplicación del reglamento de la organización.
Esa normativa indica que todo país que, sin justificación, no esté al corriente de pago, pierde su derecho de voto.
Estados Unidos, principal contribuyente al presupuesto de la Unesco, con un 22 por ciento del total, e Israel suspendieron su aportación tras la admisión de Palestina, por lo que deben los ejercicios de 2011, 2012 y 2013.
Durante el mandato de Bokova, expuso esta, se redujeron los gastos administrativos en viajes (-73 %), muebles y equipamientos (-46 %), empleos de asistentes temporales (-44 %) y consultores (-70 %), y se recaudaron más de 75 millones de dólares extras, a través de donaciones y de contribuciones a proyectos especiales.
"Vamos a seguir trabajando para restaurar la financiación de los Estados Unidos", remarcó Bokova, quien señaló que se buscarán también nuevas maneras "creativas" para conseguir fondos para la Unesco.
En cuanto a las repercusiones de esta crisis presupuestaria para el personal de la organización, la directora general aseguró que gracias a los "esfuerzos de estos años" habrá un "aterrizaje suave", pero que se potenciará la "movilidad geográfica" de los empleados.