Entrevista / javier vásconez / escritor
“Hay una tendencia a un uso funcional del lenguaje”
Javier Vásconez es uno de los escritores más importantes en el país, cuya trayectoria lo ha hecho merecedor al reconocimiento internacional, no solo como narrador, sino como editor y, en esta ocasión, como jurado del Premio Rómulo Gallegos 2015. Vásconez conversó con EL TELÉGRAFO sobre su lectura de las obras participantes en el certamen, así como del estado de la literatura latinoamericana actual. La entrevista completa aparecerá este domingo en cartóNPiedra.
¿Cómo se dio el proceso de selección de los finalistas y del ganador, al final?
Como sabes, fuimos tres jurados: Mariana Suárez, crítica venezolana; Eduardo Rodríguez, el escritor que ganó el premio el año anterior, y yo. Ya instalados en Venezuela, hicimos una lista grande, la primera, donde entraron alrededor de 30 novelas que sin duda eran los notables. Después hicimos una segunda lista, donde estuvo como único ecuatoriano Juan Pablo Castro. Luego, quedaron los finalistas y de ahí salió el ganador.
¿Cuáles son las virtudes de la novela de Montoya, el ganador del premio?
Sobre Pablo Montoya lo teníamos los tres jurados como finalista antes de ir a Caracas. Fue unánime. En mi caso, sin embargo, mi novela preferida era la del escritor costarricense Carlos Cortés, Larga noche hacia mi madre. Los dos libros son excelentes, pero finalmente nos inclinamos por la novela de Montoya pues es muy interesante, compleja. Frente a esto, apoyé al final esta candidatura.
¿Dónde cree que estuvo el fuerte de la calidad literaria en esta entrega del Rómulo Gallegos?
La presencia colombiana fue muy fuerte, por su diversidad: de corte policíaco, históricas, novelas que se aproximan a la crónica, novelas intimistas... También hubo algunos españoles y una buena participación de chilenos. Me sorprendió la baja calidad de las novelas argentinas. Los autores ecuatorianos fueron siete.
¿Qué tipo de temáticas encontraron los jurados en esta muestra de escritores latinoamericanos?
Definitivamente, la novela latinoamericana se ha instalado en la ciudad. En su mayoría son novelas urbanas, salvo el caso de Héctor Abad Faciolince, que se desarrolla en una finca, lo cual no deja de ser interesante. En este despliegue de novelas urbanas los temas están centrados en la pareja, violencia y miseria familiar, violencia política, soledad; hay influencia de la novela negra, del periodismo. También hay algunos buenos thrillers políticos. Como comprenderás, entre 162 novelas es difícil sintetizar, pero es lo que percibí de forma general.
A nivel de lenguaje, ¿qué es lo destacable en esta muestra?
Hay como una tendencia a un estilo funcional, instrumental, un poco gris. Por supuesto, hay algunas novelas muy bien escritas, pero no encontré demasiadas que se caracterizaran por una escritura personal o peculiar. (I)