En medio de la transición, el antiguo edificio de Diario EL TELÉGRAFO, en el centro de la ciudad, se abre al público hoy con Una mirada al patrimonio. El espacio en el que transcurrió la mayor parte de la historia del, ahora, diario público, se adecuaría para integrar el campus de la Universidad de las Artes con nuevos espacios, entre los cuales estarían un teatro y una plaza (VER INFOGRAFÍA).

A partir de los distintos cambios que se implementarían muchos de los espacios que constituyeron parte esencial del diario se desplazarían, entre estos la hemeroteca que a través de un convenio entre la Universidad de las Artes, el Ministerio Coordinador de Talento Humano y la empresa pública EL TELÉGRAFO, pasará al edificio del antiguo banco de Descuento, donde se localizará la biblioteca de la institución.

El fondo documental alberga alrededor de 1.300 tomos de diarios entre el 2 de abril de 1884 hasta la actualidad y más de 7 millones de registros fotográficos con imágenes inéditas de Guayaquil y varias personalidades políticas y culturales de la historia, de acuerdo con el historiador Ángel Emilio Hidalgo.

Para Javiera Medina, coordinadora de la muestra y quien tiene experiencia investigativa en relación con archivos, considera que lo que esta hemeroteca va a aportar una vez que esté abierta al público es inimaginable. La apertura se realizará paralelamente al lanzamiento de la maestría en Fotografía y Sociedad, en la Universidad de las Artes.

“Mientras más se va escarbando en el archivo van surgiendo preguntas, un imaginario, una relación con nuestro archivo que aún está codificada y que casi siempre leemos a través lecturas extranjeras. La idea es ampliar la valoración filosófica y estética a partir de ese archivo”, dijo Medina.

Hidalgo, quien ha utilizado este archivo para varias investigaciones, resaltó que esta constituye la hemeroteca de un periódico más antigua de la ciudad. “Albergó el pensamiento más avanzado en nuestro medio. Allí se realizaron algunos proyectos de divulgación de la cultura como la publicación de ‘El Telégrafo literario’ y la revista ‘Semana Gráfica’ a partir de 1931. Es un diario que buscó dar espacio a las más diversas formas del pensamiento y a la cultura. Algunos personajes del medio cultural trabajaron en él y se instauraron las bases del periodismo moderno, sin ser parte de un movimiento político”, dijo Hidalgo.

Medina reitera que el trabajo con el archivo es a largo plazo. “Lo primero es tomar conciencia de lo que contiene, de la historia de Ecuador y de Guayaquil”, expresó Medina. (I)