En Cuba se estrena un corto basado en cuento de Vallejo
En el multicine Infanta, en La Habana, ayer se estrenó el telefilme “Leña de soledades”, producido por el Instituto Cubano de Radio y Televisión, basado en el cuento homónimo del escritor ecuatoriano Raúl Vallejo.
El telefilme, dirigido por Marlon Brito, con guión de Pedro Luis Rodríguez, lo protagonizan Laura Moras y Carlos E. Altamirano. El cuento pertenece a su libro de cuentos “Fiesta de solitarios” (Premio 75 años de Diario El Universo, 1991; Premio Joaquín Gallegos Lara, 1992).
Se trata de una historia de amor truncada en dos épocas, entre un ecuatoriano y una cubana, con la música de The Beatles como coprotagonista. Una historia de encuentro y desencuentro donde la soledad es una flor, un loto abriéndose en el corazón de los protagonistas, según admiten el equipo de producción y los conocedores de la versión literaria.
Sobre el libro de Raúl Vallejo, la escritora española Begoña Huertas Uhagón, Premio Casa de las Américas, ensayo 1993, ha dicho: “El dominio en las técnicas del cuento y la diversión que se intuye en su escritura es la impresión que emana de ‘Fiesta de solitarios’. Es una propuesta de juego, de laberinto a través de conflictos humanos lo que envuelve al lector y lo engancha a la lectura desde el principio”.
Como se dice en www.literaturaecuador.blogspot.com, en “Memorial de amores”, uno de los libros de relatos no canónicos publicados por Vallejo, en una selección de algunos de los cuentos publicados anteriormente, reaparece “Leña de soledades”. Otros cuentos que aparecen en ese tomo han sido extraídos de los libros: “Daguerrotipo” (1978), “Máscaras para un concierto” (1986), “Solo de palabras” (1988), “Fiesta de solitarios” (1992), “Acoso textual” (1999), “Huellas de amor eterno” (2000); y como es usual en la prosa de Vallejo, la lectura es ágil, los temas profundos y los personajes interesantes.
Iván Egüez ha dicho del autor: “La obra cuentística de Raúl Vallejo ha logrado lo que es importante en todo artista: un sello estilístico. Sus cuentos son reconocibles por esa sobriedad de elementos y por una calidad uniforme donde se percibe el trabajo disciplinado, constante, profesional. Frente a sus lectores va acumulando puntos de manera invariable y no deberá ser juzgado por uno que otro cuento, sino por la construcción paulatina, sin prisa pero sin pausa, de una narrativa minuciosa, bien estructurada, que en el tiempo se convierte en un mosaico de situaciones y personajes imprescindibles”.
En el caso de “Leña de soledades”, en el contexto de “Fiesta de solitarios”, la crítica ha expresado: “Se descubre fácilmente las admiraciones y afinidades para con la obra de Borges. Señales de ella son, por ejemplo, las continuas digresiones, las citas y los recargos que dilatan historias como esa apología del amor es ‘Leña de soledades’”.
La función se desarrolló desde las 14:00 con entrada libre.