¿tiene límites el arte del cuerpo?
El posporno en la UBA terminaría en cárcel
Mujeres y hombres semidesnudos cubiertos con trajes de cuero, del grupo español PostOp, presentaron su propuesta de posporno: una forma con la que buscan sacar la pornografía del ámbito heterosexual y exhibir cuerpos alejados de los estereotipos clásicos. Lo hicieron con un performance en el hall de la Universidad Pública de Buenos Aires (UBA).
Las paredes estaban pintadas de consignas políticas, mientras algunas parejas o tríos mantenían sexo explícito acostados sobre las mesas de clases o de pie. Los estudiantes que no esperaban nada como esto en su universidad se encargaron de viralizar el mensaje en la red social twitter: #sexoenlaUBA.
Las autoridades reaccionaron de inmediato:“Vamos a sancionar a los responsables”, “no conocíamos el contenido de la presentación”. El performance era parte de ‘Miércoles de Placer en Sociales’, jornadas que se realizan desde 2012.
Carolina Justo von Lurzer, docente y una de las coordinadoras del área que organizó la jornada, explicó en el diario argentino La Nación que al ser el primer evento de este año se intentó aprovechar la realización de la Bienal de Performance de Argentina, de la que participaron destacados exponentes internacionales del movimiento de posporno.
“Convocamos al colectivo español PostOp para que hiciera su puesta artística en la facultad; también dieron talleres y wokshops y, finalmente, hubo un debate abierto en el estudio de TV del subsuelo”, explicó Justo von Lurzer.
El escándalo de la comunidad universitaria por una propuesta de posporno performática trascendió las fronteras en redes sociales y actualmente la justicia argentina investiga el caso para tomar acciones judiciales. Los españoles que conforman el grupo de activistas PostOp podrían ser imputados por el delito de “exhibiciones obscenas”, que reprime a quien ejecute o haga ejecutar actos de exhibiciones expuestas a ser vistas involuntariamente por terceros. En este caso concreto estudiantes, profesores y visitantes debían pasar obligatoriamente frente al show.
¿Se deben establecer límites al performance?
Saltan las preguntas sobre los límites del arte del performance y su capacidad de intervenir en el espacio público cuando desde su surgimiento más potente, en la década del 60, se consideró como el arte del cuerpo.
Hay artistas que cada vez que confiesan su descontento con las formas convencionales de arte, como la pintura y los modos tradicionales de la escultura o el teatro han recurrido a menudo al performance como medio para rejuvenecer su trabajo.
La crítica brasileña Suely Rolnik, quien estuvo hace poco en Ecuador, argumentó su desencanto del arte contemporáneo al encontrarse operando bajo la lógica de un mercado perverso y que su actual fascinación en el arte está sujeta al performance.
Dijo que, el arte como ‘bien vivir’ es poder ser afectado por el mundo como un cuerpo vivo que produce efectos. “Estos efectos te producen estados, nuevas maneras de ver y de sentir que estás ahí, que son superreales y que de repente no tienen nada que ver con la forma como está formateada la existencia cotidiana y hace un roce, una fricción y eso es lo que te obliga a convocar la potencia del deseo para crear algo con lo que tu cuerpo encuentre su lugar y se produzcan efectos de transformación fundamental para el bien vivir”, manifestó Rolnik.
“No debería tener límites el performance, ni ninguna manifestación artística, ni censuras”, dijo el español Santiago Sueiras, quien llegó por primera vez a Ecuador hace un mes para dirigir una obra teatral.
Consideró que “el público necesita una cultura teatral artística, global. Cuando Picasso pintó la Guernica -considerado un grito contra el horror y la barbarie de la guerra- todo el mundo lo cuestionaba y ahora todo el mundo lo adora, por tanto el público necesita conocer las cosas para ir habituándose a ellas”.
El performance ha hecho su fama desde el impacto de los cuerpos desnudos.
Desde la década del 70, la performer serbia Marina Abramović, una de las figuras más representativas de este lenguaje, se masturbó en un museo 7 horas seguidas. La repetición de escenas sexuales en el performance es constante.
“Cada artista busca generar un lenguaje personal”, dijo la académica y crítica de arte Bertha Díaz en el Festival Fragmentos de Junio, donde el orden de los cuerpos es parte de la propuesta central.
Díaz citó al teórico del performance Richard Schechner cuando hablaba de las ‘nichoguardias’ como la tendencia de la expresión artística, donde se busca desde el arte teatral y la danza un proceso de diálogo, de fricción donde cada artista busca su propio ‘nicho’, un modo de escena singular que permita expandir una nueva significación al lenguaje que ocupa.
“Pienso en el teatro y la danza como entidades vivas pensantes que pueden motivar la reflexividad de la forma de relacionarnos, de la política de la subjetividad, con formas de poder instauradas, expansión más allá del lenguaje”, dijo Díaz.
¿Pero los desnudos y la agresividad que a veces se plantea de forma tan fácil puede ser arte? “No me gusta hablar mal de mis compañeros de trabajo pero sí que hay cosas feas y mal hechas, pero están ahí”, indicó Sueiras. (I)