Gustavo Cerati, el alfa y el omega del rock latinoamericano, cumpliría 61 años
Gustavo Cerati, el alfa y el omega del rock latinoamericano, hoy cumpliría 61 años de vida y no hay rincón de esta geografía donde pase inadvertida la fecha, a pesar de que el célebre cantante, compositor y productor argentino falleció hace seis años, el 4 de septiembre de 2014, luego de haber estado en coma por cuatro largos años (así es la objetividad de los fanáticos soderos, porque esos cuatros años fueron eternos) producto del accidente cerebrovascular isquémico que sufriera en Caracas, Venezuela, y que le arrebató la vida. Allí sería su último concierto.
Desde tempranas horas de la mañana, las redes sociales convirtieron hoy en tendencia su onomástico y en un solo hashtag, #CeratiEterno, se hermanaron sus seguidores confesos para dedicarle unas palabras al artista, al guitarrista, al músico total.
Pasan los años y la legión de fanáticos sigue recordando a Cerati porque Gustavo es Eterno, es Fuerza Natural, es Amarillo, es Bocanada, es ritual, es telekinesis y también temblor. Hoy y eterno, dos palabras que forman parte de sus discos, como si fuera un acto premonitorio de memoria, son sus rasgos por antonomasia.
Gustavo Adrián Cerati nació el 11 de agosto de 1959 en Buenos Aires, "la ciudad de la furia". Así llamaba al terruño que lo vio nacer, donde desplegó su talento y se convirtió en el más grande músico del rock en español latinoamericano. Verbigracia, Estadio del Club Vélez Sarsfield, 22 de diciembre de 1990; Estadio de River Plate, 2007. Apoteósico.
Como diría el venezolano José Urriola, envejecimos con él, nos creció la panza con él, lo pusimos en los oídos de nuestras madres, de nuestros hermanos, de nuestros amigos, de nuestros enemigos, de nuestras novias, de nuestros hijos, de nuestros perros y de nuestras tortugas porque el peor disco de Cerati es mejor, con distancia, que el mejor disco del 95% de las bandas que suenan por allí.
Gus, como también era conocido Cerati, desarrolló su carrera musical entre 1982 y 1997 junto a Soda Stereo y en paralelo con otros músicos como Charly García. Pero el 1 de mayo del 97’ la banda argentina anunció su separación. Como última canción en la gira de despedida por Latinoamérica interpretó ‘De música ligera’, en Buenos Aires, en el estadio de River Plate. Al finalizar la canción, Gustavo agradeció la fidelidad de sus seguidores y lanzó su icónica e inmortal frase: “Gracias totales”.
A partir de 1998, el compositor argentino buscó nuevos horizontes con la música electrónica y sinfónica, entre otros proyectos. Sus fans y los de Soda Stereo recibieron una noticia esperada por mucho tiempo cuando en junio de 2007 se anunciaba el regreso de Soda. Luego de 22 fechas de conciertos por Latinoamérica y una nueva despedida de la banda, los tres integrantes volvieron a sus actividades personales.
Y en 2010, luego de que diera un concierto en Caracas, llegó el día fatídico: sufrió un accidente cerebrovascular que lo mantuvo en estado de coma. A partir de ese hecho las vigilias en pos de su recuperación no cesaron porque como dijera Urriola "en un mundo superpoblado de Davides Bisbales, de Olgas Tañones y de reguetoneros de toda calaña (ojo: no hay por qué hacer reguetón para ser reguetonero) Gustavo era un oasis, un bálsamo, la luz noble al final del túnel".
Y lo más placentero: Gustavo es, así, en presente, uno de los nuestros.