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El humor de Estévez deriva del buen gusto y compromiso

El humor de Estévez  deriva del buen gusto y compromiso
09 de septiembre de 2011 - 00:00

Patricio Estévez suele estar detrás de una cámara fotográfica, atrapando escenas de negritud, objetos, desnudos femeninos o escenas cotidianas  como una boda. 

Suele registrar esas ventanas  para la posteridad con una firme intención de forjar nuevos espacios de equidad, pues, para el artista, cada escenario requiere de igual atención y esfuerzo, se trate de un cuerpo de mujer o de un objeto cotidiano, de la belleza de la herencia afro en el país o de un paisaje. “En estos años he hecho casi de todo, excepto fotografía submarina”.

En su sitio web www.patricio-estevez.com muestra como carta de presentación su faceta de fotógrafo: “Bodas, relaciones públicas, fotografía documental, publicitaria, de arte, arqueología, numismática, así como una innumerable cantidad de proyectos museográficos y editoriales, completan este recorrido por la foto”, reza parte de su biografía.  

Pero Estévez, como un escritor de imágenes,  es también caricaturista. Acostumbra, desde hace ya varios años, a registrar la realidad nacional e internacional en dibujos que surgen de su pluma y la tecnología.

Es, precisamente, esta segunda labor que caracteriza al artista, la que desde el pasado miércoles 7 de septiembre se exhibe como una carta de presentación distinta, aunque originada en el mismo afán de “fotografiar”. La muestra “El humor de Estévez”  reúne 40 piezas de mediano formato, en la Sala Juan Villafuerte, del Ministerio de Cultura, ubicado en la avenida Colón E5-34 y Juan León Mera, subsuelo 1.

“Patricio Estévez es un cínico, conspicuo e impenitente humorista gráfico”, dice el texto que da la bienvenida a los visitantes y que abre el recorrido.

Enseguida, cada pieza guarda un discurso contundente en su aparente sencillez: un personaje muestra la bandera de Chile, pero la línea horizontal que separa el segmento superior del inferior en el estandarte es una línea quebrada, clara alusión a un sismógrafo que ha grabado la fatalidad del movimiento sísmico con una dosis de inocencia.

“La caricatura es un arte porque, al compartir las urgencias de la comunicación periodística con las técnicas del dibujo se convierte en un mecanismo sui géneris que va, casi siempre, más allá de lo explícito”, dice Estévez, quien publicó algunas de sus obras en este Diario.

Para él, el humor es utilizado como el recurso periodístico que es capaz de proporcionar amabilidad al mensaje. “Eso sí, es un oficio que debe ejercerse con responsabilidad y buen gusto”, acota.

La muestra “El humor de Estévez” es una fusión entre el dibujo a mano alzada (que se percibe en los trazos con que compone sus personajes, así como en las líneas que delimitan los planos de cada escena o en los rasgos que ayudan a potenciar el mínimo recurso del texto) y la ilustración realizada a través de mecanismos electrónicos.

La premisa de Estévez alrededor de su obra como caricaturista de prensa deja sentado que “en los medios de comunicación masiva se puede enfrentar digna y frontalmente los temas de interés local o global, sin caer en el discurso de barricada que supone, en el lector, un ser sin criterio a quien hay que  ofrecerle todo ‘masticadito’”.

Estévez mantiene su página virtual con su trabajo fotográfico, y paralelamente tiene el blog laventanadeestevez.blogspot.com.

El ingreso a esta exhibición, que permanecerá abierta hasta el próximo 30 de septiembre, es gratuito. La atención  al público es de lunes a viernes, de 08:00 a 16:00.

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