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Ecuador, 23 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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En 2014 hubo 16 estrenos en Ecuador, pero la cifra de asistentes crece 5% al año

El 15% de espectadores prefiere los documentales en 3 ciudades

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El domingo pasado, el cineasta quiteño Gabriel Páez estrenaba el programa Clack! —sobre la producción de su largometraje Vengo volviendo— en el horario estelar de Ecuador TV con el fin de vencer un prejuicio en los espectadores del cine local, quienes, según él, tienen una idea generalizada de los contenidos que pueden tener las películas hechas en el país. La hipótesis del productor del colectivo Filmarte explicaría la baja en taquillas que afrontan los estrenos ecuatorianos.

Pese a que la producción anual del país cerró 2013 con una cifra ‘histórica’ de 14 estrenos en salas comerciales, el número de espectadores tan solo creció 5% ese año —en 2014 el número de estrenos subió a 16—, según un diagnóstico hecho en el Encuentro Nacional de Cine Ecuatoriano.

El número de espectadores por película en el productivo 2013 no rebasó las 55 mil personas, taquillas menores a las que obtuvieron los filmes La Tigra (Camilo Luzuriaga, 1990) o Qué tan lejos (Tania Hermida, 2006) que se acercaron a los 250 mil espectadores.

El prejuicio al que se podría atribuir esta ausencia en las salas de cine, según Páez —quien estrenará su última obra el viernes 16 de octubre, en Cuenca, Guayaquil y Quito— tiene una causa endógena: “Pasa mucho con el cine ecuatoriano que varias de las películas quieren ser la Palma de Oro en (el festival de) Cannes y todavía no terminan de descifrarse a sí mismas, terminan enrollándose en muchos conflictos internos del personaje y del director que no comunican”.

Esa falta de comunicación, que debiera subsanarse durante la producción, hizo que el Consejo Nacional de Cinematografía de Ecuador (CNCine) se planteara un puñado de hipótesis: que el ciclo de vida que las salas de cine dan a los estrenos nacionales —muy sujeto a la taquilla y a la competencia con otras obras— es insuficiente; que el crecimiento de las nuevas plataformas (internet, TV por suscripción) desplaza el auditorio a las pantallas chicas y virtuales; que los estrenos locales enfocados a un mismo perfil de audiencia provocan una ‘atomización’ del público, delimitando la posibilidad de llegar a otros ojos; que hay una reducida audiencia que siga al cine ecuatoriano; o que las gigantescas campañas globales apuntalan los estrenos de Hollywood eclipsando a lo que está por fuera de esa industria.

Las reflexiones de los realizadores no suelen tener causas exclusivas del país, sino que se relacionan con una menor afluencia de público a las salas de cine en la región. Para el contexto local, el CNCine emprendió una medición de audiencias de producciones cinematográficas y audiovisuales, que se presentó la mañana del lunes pasado, en la sala de Flacso Cine, que suele acoger proyectos alternativos a los de la gran industria de las butacas.

Una encuesta de hábitos y consumo de cine, con información sobre las creencias, motivaciones y acciones de los consumidores de Quito, Guayaquil y Cuenca frente a las ofertas de cine del mercado fue realizada por la firma Marketing Consulting, de la cual es parte el investigador Jimmy Zurita.

En cuanto a hábitos a la hora de ver películas —en general, no solo de factura nacional—, el medio de proyección preferido en las tres ciudades más grandes del país continúa siendo la televisión nacional (94%), mientras que una segunda opción es la TV por cable (76%), seguida del DVD y Blu-Ray (60%), las salas de cine (46%), las páginas de internet (23%) y la televisión por suscripción, como el servicio Netflix (4%). Esta última forma de pagar por contenidos tiene cifras reducidas en las encuestas, menores a las expectativas que generan en publicidad y en redes sociales.

En cuanto al género que seleccionaron los espectadores encuestados como de su preferencia está la acción (70%), la comedia (62%), terror (35%), drama (34%), ciencia ficción (27%), romántico (22%), suspenso (16%) documental (15%). Este último suele llenar salas durante el conocido festival Encuentros del Otro Cine (EDOC), reflejando el buen estado de la no ficción dentro de lo que se produce a escala nacional.

El objetivo del estudio es desarrollar estrategias, generar comercialización y un mercadeo que llegue a más espectadores, logrando así la rentabilización de las producciones. En ese marco, las alternativas de difusión ganan espacio entre las audiencias y entre algunos realizadores, como Páez, quien embarcará su película en el sistema Ecocinema, que la llevará a comunidades rurales de los 21 azuayos que Filmarte seleccionó para el rodaje y que dieron lugar a las historias que narra en Vengo volviendo, además de 5 países de la región.

Mientras se elabora un nuevo diagnóstico de los espectadores del cine en Ecuador, hoy arranca el festival Eurocine en Quito. (I)

Datos

Entre los factores que influyen en la decisión de ir al cine a ver una película está la opinión y comentarios sobre ella en redes sociales para el 56% de los encuestados.

La información sobre el consumo de producciones cinematográficas y audiovisuales en Ecuador se extrajo de una población entre los 15 a 65 años, incluyendo sus hábitos de consumo.

La metodología desarrollada en el estudio de audiencias del audiovisual ecuatoriano es cuantitativa. Las encuestas se hicieron a fuentes primarias representativas vía preguntas directas en 3 ciudades del país.

El estudio lo hizo la firma Marketing Consulting por encargo del CNCine. El margen de error es del 3,6 del consolidado.

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