Ecuador realizará encuesta sobre el hábito de lectura
El Ministerio de Cultura y Patrimonio, y el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) realizarán este año una encuesta para conocer cuánto, cómo y qué leen los ecuatorianos.
La iniciativa busca esclarecer datos de dicha problemática, ya que los estudios actuales no son concluyentes.
Juan Fernando Velasco, ministro de Cultura, indicó que los ecuatorianos, en especial jóvenes y niños, leen mucho en plataformas digitales, por lo que cree importante concentrarse en el contenido de lo que leen.
“Hay que lograr que esa lectura sea placentera y después dar ese paso al papel, al libro, el cual genera una satisfacción diferente”, dijo Velasco en una entrevista para la televisión.
El informe del INEC de octubre de 2012 menciona que el 26,5% de los ecuatorianos no tiene el hábito de leer.
De dicha cifra, el 56,8% no lee por falta de interés y el 31,7% por falta de tiempo.
Tras ello, Germán Gacio, de Editorial La Caída, sostuvo que “la gente lee”, y que las estadísticas de la encuesta de 2012 son muy sesgadas, porque no toma en cuenta a los jóvenes ni adolescentes.
Puso como ejemplo la XII Feria Internacional del Libro de Quito 2019, en donde observó a muchos jóvenes que gustaban de la lectura.
“Creo que hay que dejar de hablar de ese mito de que en Ecuador no se lee o se lee medio libro al año, porque nos engañamos a nosotros mismos y eso no sirve para avanzar”, indicó Gacio.
Para incentivar la lectura en el país, Fausto Rivera, de Severo Editorial, cree importante que los niños tengan acceso a libros a través de la biblioteca familiar, la comunitaria, de entidades educativas o las públicas.
Aseguró que el ecuatoriano “lee bastante”, aunque propone entender a la lectura también fuera de los libros, porque está en todas partes, en un graffiti, en lo que está alrededor de la gente, etc.
“La gente lee mucho, lo único que se debería provocar es una mayor y mejor calidad de lo que lee”.
Sin embargo, Rosa María Torres, en el blog OtraEducación, dijo que Ecuador es un país que lee poco, que no presta atención a la lectura desde la política educativa, cultural y de comunicación, y no da valor a las bibliotecas.
Señaló que el país mantiene viejos métodos de enseñanza de la lectura y la escritura en el medio e19:03:46scolar, y que muestra grandes brechas en relación a la lectura entre ricos y pobres, escuelas privadas y públicas.
“No es posible una ‘revolución educativa’ y menos una ‘sociedad del conocimiento’ sin una revolución profunda en el campo de la lectura, dentro y fuera del sistema educativo. Una sociedad educada lee”. (I)