Todas las tesituras del barítono Diego Zamora
El canto lírico, operístico y la fusión con música nacional y latinoamericana estarán entre los registros que el barítono-bajo Diego Zamora pondrá sobre las tablas de la Casa de la música, el 3 de julio, desde las 20:00.
Estas facetas interpretativas hablan de la amplitud de estilos que suele recorrer el músico cuencano. El concierto empezará con repertorio clásico, académico y la maestra Chinatsu Maeda como invitada.
Y la parte popular tendrá a Zamora junto a María Isabel Albuja, Carlos Grijalva, Alexandra Cabanilla, el compositor Leonardo Cárdenas Palacios y la Dinastía Cóndor, además de los maestros Gustavo Lovato, Renato Zamora y el Coro Dyapayson.
“Las prestaciones líricas o académicas de la primera parte requieren una mayor explosión vocal”, le comentó el artista a EL TELÉGRAFO, mientras que la segunda parte “además de técnica, requiere un nivel interpretativo, para calar en el corazón de la gente con canciones que ya tienen versiones varias”.
La dinastía presente está conformada por la mezzosoprano Andrea Cóndor, y las cantantes Natacha Beba Cóndor y Salomé Cóndor Guevara. Zamora cuenta que estas artistas, al igual que el resto de músicos, han labrado una amistad con él durante el cuarto de siglo de trayectoria que tiene su carrera, lo cual le dará un matiz de complicidad al concierto. El barítono sonríe en la segunda planta de la Casa de la Música, antes de un ensayo en un día soleado.
Este trabajo colectivo, frente a espectadores que suele reconocer a los cantantes líricos del país, es una muestra de las exigencias que se presentan a los músicos.
“La situación en cuanto a cultura es precaria, difícil para nosotros”, suelta Zamora, sin ánimo de queja, más bien con un horizonte: el de continuar con el arte junto a otros exponentes.
Diego es cantautor y multiinstrumentista. Ha paseado su voz por festivales de canto lírico en Austria, Italia, Argentina, Perú y otros países de Sudamérica y Europa.
Durante esta entrevista −y mientras coincide con la pianista china Xiayin Wang tras bastidores−, la periodista cultural Abril Altamirano recuerda que la interpretación que Zamora hizo de Mary Sunshine para el musical Chicago fue excepcional, en el Teatro Nacional Sucre.
El intérprete recuerda que el vestuario, complejo y camaleónico (Mary es una periodista judicial que al final de la obra devela que en realidad es un hombre), le obligó a adaptarse al papel con un duro trabajo de por medio.
Incluso hubo espectadores que le propusieron esperarse a sacarse el maquillaje para hacerle fotografías al estilo Broadway. Otros de los roles que ha representado son el de Schlendrian, de la Cantata del Café (Johann Christian Bach) o Alfio de Cavalleria Rusticana (Pietro Mascagni).
“En las artes en general se siente la ausencia de una política pública para la cultura”, insiste Zamora, para quien la gestión y la producción de eventos como los conciertos se difunden más desde los medios que desde el Estado.
El cantante lírico ve su permanencia en escenarios nacionales como parte de un legado, eso sin dejar de viajar.
Y de la última década, en la que ha participado en producciones de gran formato, destaca su participación en Los Miserables (como el inspector Javert) o La Flauta Mágica (como Papageno).
Entre las piezas más complejas del concierto Formidables 25 está el Aria de Fígaro (“Largo al Factotum”), de El Barbero de Sevilla.
La tesitura vocal de esa pieza va de las dos octavas a las dos octavas y media, explica el barítono-bajo, lo que dificulta “mantener una línea de canto, la direccionalidad de la voz en todo el registro”.
Si la interpretación de óperas exige la pericia del cantante y la autenticidad del actor; este tipo de obras requieren una preparación física y vocal ardua. El desgaste, de todas formas, se hará presente cuando se ejecute todo el repertorio. Es inevitable.
El artista estrenó dos operetas del compositor Luis Humberto Salgado (1903-1977), Ensueños de amor (Don Pancho) y Eunice (Petronio). Entre otros referentes nacionales menciona a Medardo Ángel Silva, Francisco Paredes Herrera, Gerardo Guevara y, compositores de más reciente factura, como Gerardo Cárdenas o Jorge Oviedo. Sonoridades que dan color a sus épocas.
La faceta de compositor
El concierto del miércoles próximo contendrá el estreno de un “Ave María” compuesto por Diego Zamora, será interpretado con Renato Zamora. Se trata de un aria en latín que fusionarán con rock, anuncia sonriente el autor.
“Lo que canta una mujer” será otra de las piezas del repertorio, que interpretarán las invitadas. Y la canción protesta “Mi pueblo canta” dará cuenta de las primeras escuchas del barítono, que optará por el albazo rapeado para “Aún te amo”. (I)