El relato surrealista de Alicia en el país de las Maravillas, de Lewis Carroll, se presenta por primera vez en la Casa de la Cultura del Guayas (CCG), bajo el estilo clásico del Royal Ballet de Londres.

El elenco de la Unidad de Danza “Esperanza Cruz” contará esta fantástica historia basada en la coreografía de Christopher Wheeldon, sobre la niña que viaja a otras dimensiones y se encuentra con extrañas criaturas.

Las situaciones de Alicia con el misterioso conejo, la caprichosa Reina de Corazones, el Sombrerero y demás personajes míticos seguirán la narrativa completa del cuento que será fiel a las partituras del compositor Joby Talbot, en esta versión.

Patricia Moreno, maestra coordinadora de la Unidad, dice que la obra puede ser vista como una experiencia que adentra al espectador en el reino de lo imposible.

Lo considera un descenso al submundo donde la dilatación del tiempo, el sueño y lo atemporal acompañan a los personajes.
Cuenta que al elenco le tomó casi seis meses perfeccionar el montaje que ella se encargó de adaptar y dirigir en esta producción.

“Hemos hecho uso de proyecciones, juego de iluminaciones de calles y una que otra coreografía corpórea para resolver las partes abstractas del cuento. Será una secuencia bastante clara para el público”, comenta la licenciada.

El diseño de la escenografía también fue su idea ajustada a las medidas de la sala, con el propósito de mostrar los coloridos mundos.
La técnica clásica de la escuela cubana en la que se especializa la Unidad “Esperanza Cruz” permitió que los 140 bailarines fluyeran con la coreografía de Wheeldon.

Desafíos de la interpretación

Para los alumnos que protagonizaron los personajes fue un reto caracterizarlos.
Entre tres y seis horas de ensayo les tomó corregir y pulir cada pieza de la obra en las aulas de la CCG.

Además, por sus actividades paralelas, a los alumnos les resultó complicado sincronizar sus tiempos para coincidir, por lo que demandó mucha paciencia y tolerancia acoplarse entre sí.

Gema Ninotchka Molina protagoniza a Alicia, la inocente pero insegura y soñadora joven que se siente atrapada y reprimida por la sociedad victoriana retratada en el cuento.

“La obra se despliega con un predominio de la danza frente a la dramatización. Fue un reto interpretarla porque debo asumir las cualidades que no poseo de ella, que es tierna, amigable, educada, y mi carácter es más fuerte”, cuenta la alumna, quien se califica como versátil a la hora de interpretar un personaje. De la escenografía resalta la majestuosidad de las flores que aparecen, previo al enfrentamiento con la Reina de Corazones. “Me gusta porque la música de esa escena constituye un clímax en la historia”, asegura Molina.

El balletista Rafael Espinosa Vizcaíno, del Ballet Ecuatoriano de Cámara de Quito, fue invitado a incorporarse al cuerpo de baile para interpretar a Jack o la Sota de Corazones.

En la versión de Carroll, se trata del jefe del ejército de la Reina Roja y único miembro de los súbditos capaz de detener los berrinches de su majestad.

“Es un ser muy sutil, coqueto, juguetón, jovial y creo que se mete en problemas porque coquetea con Alicia”, dice Espinosa, graduado de la Academia de Pam Danza.

Recuerda lo complicado que fue caracterizarlo porque dice que su fuerte son las partes sutiles y tuvo que resaltar la fuerza del perfil de este líder militar.

En cambio, Daniel Quiñónez toma el papel del loco y desordenado pero elegante Sombrerero en la obra.

Remarca que lo extrovertido de su carácter fue el aspecto más difícil de interpretar, aunque asegura que disfruta mucho de esta actuación. “Como personaje dancístico para mí es una nueva etapa este rol, ya que solo lo he experimentado de manera teatral, donde he investigado a profundidad su manera de expresarse en escena”, sostiene el balletista.

Expresa que el Sombrerero es un personaje único por su carácter, esencia, presencia y manera de sonreír. “En cierto punto me recuerda y conecta con mi vida cotidiana”, dice.

Quiñónez considera que este reconocido y extrovertido personaje enmarca ciertas metáforas de la vida.

“Él encierra ese momento donde algo tan cuerdo y sencillo en la vida cotidiana puede ser tomado como una locura”, puntualiza.

Adelanta que la adaptación tiene muchas escenas interesantes que ayudan a la mente del espectador a diluirse en un mundo de magia y peculiaridades.

La CCG estrenó este sábado 16 de febrero, la obra y agotó sus entradas, de modo que este domingo habrá una segunda función a las 13:00, en la sala Pipo Martínez Queirolo, ubicada en el segundo piso de la entidad. (I)