Con la intención de renovar la propuesta del género cinematográfico nacional, acostumbrado a una visión más social, el director Federico Aroca estrenó la noche de este viernes en el Museo Antropológico de Arte Contemporáneo (MAAC Cine) el cortometraje de ficción 'Absalón' que trata sobre el intento del personaje Polo de salvar a su pequeño hermano de las manos aberrantes y deseosas de un cura pedófilo que hace corpórea su alma deambulante y cuyo nombre es el título de una obra saboreada en metáforas visuales.

Aroca relata que luego de estudiar cine en Barcelona y regresar al país en 2013 "me encontré con la realidad de que el Ecuador hacía mucho cine social y, obviamente a mi criterio, creo que todavía se ve mucho cine artesanal no enfocado a lo comercial; quizás falta género: acción, terror, thriller, entonces Absalón nace como una película de terror" en principio de corto metraje para buscar financiamiento en el sector privado, crear un público (a través de foros), posicionarla en festivales internacionales y, luego, desarrollar la temática con mayor hondura y consolidarla como un largometraje.

En el filme, el sonido es un elemento muy pulido y provocador que maneja el ritmo emotivo de manera propicia para alcanzar el efecto buscado de generar sustos. 

El director -en condición de anecdotista- confesó que en el rodaje realizado en una casa vieja de Punta Blanca sucedieron hechos insólitos como la caída abrupta de un pesado reloj y la quema inesperada de un foco que intentó complicar la iluminación. (I)