Un cuento del fallecido escritor uruguayo Eduardo Galeano fue la motivación para la realización del cortometraje Cartas de Amor, del cineasta capitalino Felipe Egas Acosta.

La producción se estrenó el viernes, y este sábado 24 de noviembre se proyecta otra función a las 18:00 en el Centro Cultural Casa Toledo, ubicado en La Floresta, centro norte de Quito.

Cuenta el director que cuando leyó el relato homónimo, le pareció una buena idea recrear esta historia de amor. Porque en los tiempos actuales, al parecer la “comunicación solo es tecnológica” a través del Whatsapp, redes sociales, entre otras aplicaciones, y ya pocas personas leen, o se emocionan con las cartas físicas.

“Con la tecnología se ha perdido mucho de estas cosas. Con las cartas, las personas esperaban por días y con ansias las respuestas”, afirmó Egas.

Cartas de Amor tiene como protagonista a José María Mesías y Natalia Mera. “Ella no es actriz, pero me pareció perfecta para el cortometraje, por su fuerza y personalidad”, señaló el director.

El cineasta realizó todas las gestiones correspondientes con la Embajada de Uruguay, personal jurídico de la propiedad intelectual de ese país, y hasta conversó con la viuda de Galeano para la adaptación del cuento a la pantalla grande.

El resultado fue más que satisfactorio para Felipe, pues luego de los trámites de la reglamentación, comentó que “no hubo ningún problema, y les gustó mucho la propuesta”. Y hasta le dieron una buena noticia, pues recibió la invitación para participar con Cartas de Amor en el Festival de Cine Independiente de Montevideo, que se realizará en el mes de abril del 2019.

Se trata de la ópera prima de Felipe Egas Acosta, que estudió cine en Alemania desde 2012 hasta el 2015. A su regreso, se dedicó a dictar clases en universidades e institutos. Pero la labor de todo cineasta es siempre producir, y así le llegó la idea de filmar este cuento de Galeano, un escritor que admira.

Egas confiesa que realizó un gran esfuerzo en el proceso de filmación, y en el que tuvo que superar muchas adversidades, tanto físicas como psicológicas. “Pensé que no lo iba a lograr, hasta que por fin lo culminamos, ya en la edición, me gustó todo el resultado”.

Un detalle de la producción, es que Natalia Mera, la protagonista del corto, tiene discapacidad física, y se moviliza en una silla de ruedas. “Pero no la escogí por eso, se ganó su papel con talento, y porque abordo la discapacidad desde otro ángulo, mucho más rico”.

El mismo director es un ejemplo de superación personal y profesional, pues Felipe Egas nació con espina bífida, y se moviliza con muletas, lo que lo convierte en el primer cineasta con discapacidad física del Ecuador. Aquello no fue un impedimento para desarrollar su talento artístico, primero tomando cursos de actuación en su adolescencia y, luego ir a Europa a estudiar y graduarse en la Universidad de Marburgo (Alemania).

“Ahora, me gustaría incluir en mis producciones, a actores con discapacidad, para que la gente se acostumbre a ver a personas con estas condiciones en la pantalla”, concluyó. (I)