Andrés Caicedo no tuvo esperanzas. Pensó que luego de los 70 nada pasaría en el mundo y que vivir no era otra cosa que extender la vida hacia la nada, hacia el abismo, a una liviandad inevitable. Con ello y por ello decidió concluir con su vida como si terminar con ella a los 25 años fuera un designio natural.

Persiguiendo esa figura que fue el escritor caleño, vuelta un mito, escarbaron en archivos Francisco Forbes y Álvaro Cifuentes para generar un documento histórico-literario resumido en Noche sin fortuna (2011).

Los directores encontraron la fórmula para que el documental se narrase con pericia de costurero tanto en imágenes como en el relato hablado. Y la idea germen surge de una duda-paradoja: cómo un tipo de 25 años puede convertirse en un autor inabarcable.   

Caicedo es el centro simbólico del documental y los autores, muy jóvenes para haber conocido al colombiano, pretenden armar una foto hablada a partir de lo que pueden contar los amigos y cercanos al escritor. Bajo el recurso de las tomas de archivo, algunas del cineasta Luis Ospina, se recuperan quizá de modo romántico escenas de la vida de Caicedo que rozan los límites de una sociedad, para entonces, precavida del desorden.

En la búsqueda aparece Carlos Mayolo un actor/director/amigo de Caicedo que plantea lo que también propone el resto de sus compinches: Caicedo fue un niño precoz. Todo su entorno se vació alrededor de los viajes místicos que le plantearon drogas y alucinógenos. Pero más allá del mito del autor maldito está un Caicedo que encuentra en la literatura un tragaluz para trascender y en la gestión cultural un resquicio de decencia.

Y como toda historia matizada por el trópico, abunda en música salsera y en rumba. Varios de sus amigos hablan del Caicedo que lo dejó todo.

La época es una de las claves en el documental. Aquellos 70 tenían el fulgor que causó en los jóvenes Mayo 68. Fue para Caicedo un camino de ruptura, de reflexión, de trabajo y de una vida vivida al límite.

El autor sucumbe ante el amor. Del documental se extrae una carta dirigida a la que el mismo calificó como el amor de su vida: Patricia Restrepo, mujer que años después decide leer en voz alta la carta de un Caicedo enamorado.
Así Noche sin fortuna conforma una matriz que retrata a un escritor inabarcable. El documental se exhibirá en Guayaquil mañana, a las 21:00, en el ex MAAC Cine.