El MAAC Cine se inauguró en diciembre de 2003 con una ceremonia en la que además de prometer diversificar la oferta cultural para Guayaquil, siendo la única sala con opciones para proyectar cine independiente, se planteó como objetivo formar un nuevo espectador, que también empiece a trabajar en él.   

Desde ese año, la sala que hasta 2011 estuvo en manos del Banco Central, tenía una oferta de programación a cargo de la organización quiteña Ochoymedio.

Así fue hasta 2006, cuando el concurso para la programación lo ganó la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol). Estas circunstancias provocaron el reclamo del público aficionado, pues se evidenciaron problemas con los permisos de exhibición de las películas, fallas en los horarios y una oferta distinta.

A finales de ese año Ochoymedio retomó la programación. Tres años después la sala pasó a ser administrada por el Ministerio de Cultura y al momento de abrir el concurso para el manejo la organización quiteña renovó su contrato año a año hasta 2013 y a partir de entonces no ha vuelto a tener un programador oficial, pues se encuentra cerrada por mantenimiento desde el 31 de diciembre.

El Ministerio de Cultura ha programado en varias ocasiones fechas para su reapertura. En febrero, el ministro Francisco Velasco comentó en una entrevista con este diario que a inicios de marzo la sala se reabriría. En abril, en una entrevista para diario El Comercio, se dio como nueva fecha junio. Curiosamente, esa fecha se cumplió, pero no de la forma esperada.

La programación por la que el MAAC Cine volvió a abrir sus puertas en Guayaquil fue la del Festival Encuentros del Otro Cine (EDOC), que se realizó desde el 24 de mayo hasta el 4 de junio pasado.

Una vez terminada la exhibición de 50 documentales la sala continúa sin tener un programador oficial y, según fuentes del Ministerio de Cultura, hay detalles del mantenimiento por ajustar que no estarían relacionados con la proyección, sino con el objetivo de la sala, pues se planteó que además de mostrar películas, sirviera para artes escénicas y para uso de los estudiantes de la Universidad de las Artes.  

Por su parte, Ochoymedio llegó a un acuerdo interno para no volver a participar en el concurso de programación del MAAC Cine.

Según Billy Navarrete, coordinador de esta organización en Guayaquil y quien ha presidido el manejo de la sala durante los 10 años de programación, las razones serían las conversaciones que mantuvieron con el Ministerio de Cultura una vez que la sala entró en mantenimiento. En ese proceso, según comenta Navarrete, se entregó mucha información con la expectativa de que el diálogo sirviera para el proceso de contratación.

Entre el archivo que se entregó figura un manual de manejo de la sala elaborado por la organización, un inventario y un requerimiento para entrega de nuevos equipos. Finalmente, el equipo de Ochoymedio conoció el acercamiento de la cartera de Estado a otros posibles programadores y, tomando en cuenta las confrontaciones que tuvo la organización tanto con el Banco Central como con el Ministerio en materia de programación y demanda de público, se acordó no volver a presentar una propuesta para programación.  

Sobre la gestión de Ochoymedio

Cuando la organización quiteña inició la programación de la sala, la entrada tenía como costo la mitad de lo que se pagaba en cines comerciales, entre $1.50 y $2.00. Desde 2007, las proyecciones son gratuitas.

Como estrategia de promoción estaba la tarjeta universitaria con la opción del 2x1, que se distribuía por todas las universidades, pues según el personal de Ochoymedio ese era el público cautivo. Y había además, el programa El ojo del MAAC con lo que colegios privados y públicos, especialmente, acudían a programaciones extracurriculares, y financiando su traslado.

Según una entrevista al viceministro de Cultura, Jorge Luis Serrano, con Diario ELTELÉGRAFO en el mes de febrero, uno de los nuevos objetivos del MAAC Cine para su reapertura sería que el traslado de este público se gestionase con presupuesto estatal.

Una de las principales críticas que tuvo Ochoymedio, de parte de los administradores, fue la escasez de público precisamente por el tipo de cine que se programaba. “El porcentaje de ocupación de la sala en cada función era uno de los reclamos; estaba el requerimiento de programar cosas para el gran público y el perfil de programación de Ochoymedio no es el gran público”, comenta Navarrete, a lo que agrega que el perfil de la programación no era tal vez para una sala tan grande.

Desde las consideraciones de Ochoymedio, programar “para el gran público” resultaba acoplarse al cine comercial y ya no como una plataforma alternativa, fuera del discurso de las películas contemplativas de Hollywood.

Las fricciones y exigencias entre el Banco Central y el personal de Ochoymedio derivaron en el cambio de los condicionamientos para la firma del contrato en 2007 y el paso de la Espol para la programación de la sala.

Fue entonces cuando los cinéfilos que dedicaban una parte de su tiempo a la sala reclamaron que no se vuelva comercial, “que no sea usada para incorporación de bachilleres, para discursos de funcionarios. Esa fue la única manifestación por requerimientos culturales que ha habido recientemente en el Ecuador. Eso no ocurrió después”, comenta Tyrone Maridueña, una de las personas que se integró a este reclamo.

Según Klaus Golinger, un alemán exempleado de la televisión pública de Alemania y que radica desde 1999 en el país, en el MAAC Cine ha visto más películas que en su país natal y considera que tener esa opción en la ciudad es una vía para aprender cuando pocas personas pueden inscribirse en una carrera de cine, pues cuando se inauguró la sala estas opciones no existían de una manera formal en la academia.

Golinger es una de las personas que muestra su inquietud por la reapertura del MAAC Cine. Su forma de motivarla fue instalarse durante el FestivalEDOC en las afueras de la sala para pedir a los asistentes una firma que además de informar a los asistentes sobre el cierre prolongado de la sala, pueda enviar una solicitud al Ministerio de Cultura para que gestione la reapertura del lugar.

La oferta de programadores

Una de las posibilidades para tomar la programación de la sala sería la Asociación de Cineastas de Guayaquil, dirigida actualmente por Luis Avilés. Según su presidente, siempre ha existido un interés de esta agrupación por programar la sala: “con las anteriores directivas no se ha podido participar en los concursos para la programación por falta de organización”, dice Avilés.  

Y efectivamente, es uno de los grupos con los que el Ministerio de Cultura ha entablado un diálogo sobre las posibilidades que existen para que esto se concrete, una vez que se abra el concurso.  

“Yo he crecido cinematográficamente en el MAAC, me he capacitado con las películas que se exhibían ahí. Hubo una época en que la sala tuvo su clímax, la gente realmente defendía su espacio.Yo creo que sí ha decrecido un poco la forma de valorar el MAAC Cine, tal vez por difusión y programación”, dice Avilés.

Entre los planes de la asociación, según comenta su presidente, está llegar a las masas, pues considera que los programadores tradicionales de la sala se acostumbraron a programar para las élites “y el arte no tiene que ser exclusivo porque en el nivel económico social y político esa es la minoría y debemos llegar a todas las personas, con la difusión y diversificación.Nosotros pasaríamos bastante cine ecuatoriano, y creemos que depende de la difusión”, dijo Avilés.

Otro de los puntos que complicaría la propuesta de un nuevo programador es el derecho de películas para la exhibición. Por su parte Ochoymedio como programador cuenta con un total de dos mil títulos con dichos derechos. Sin embargo, el Ministerio de Cultura y Patrimonio no se ha manifestado ante las posibilidades que tendrían para iniciar la programación de la sala.

DATOS

Los MAAC Cines de Manta y Guayaquil fueron cerrados a partir del 31 de diciembre, pues el Ministerio de Cultura y Patrimonio realizaría un mantenimiento en las salas a partir del 2 de enero.

La capacidad de la sala de Guayaquil es de 350 personas y la de Manta es de 150.

Según Billy Navarrete el presupuesto de mantenimiento no se estipulaba en el contrato que la organización firmaba por el plazo de un año.

Con el Maac Cine de Guayaquil se consolidan proyectos cinematográficos como el Cine Chiro, organizado por la facultad de Comunicación de la UCSG.