El fondo soberano saudí (PIF, por sus siglas en inglés) firmó ayer martes un acuerdo con el gigante estadounidense de las salas de cine AMC, al día siguiente del anuncio del levantamiento de la prohibición de los cines en Arabia Saudí, que duró más de tres décadas en el país.

El acuerdo, una carta de intenciones no vinculante, establece una asociación entre el PIF y AMC para la distribución y la explotación de salas de cine, así como para la inversión, informó la agencia saudí SPA citando un comunicado del fondo soberano.

El PIF (Public Investment Fund) considera que el mercado cinematográfico saudí podría superar los 1.000 millones de dólares anuales.

AMC es una de las mayores cadenas de cine del mundo, con un millar de salas y 11.000 pantallas.

El Gobierno saudí anunció el lunes que comenzaría a otorgar de inmediato licencias comerciales y que los primeros cines abrirán en marzo de 2018. El país debería contar con unos 300 cines y más de 2.000 pantallas para 2030, precisó el lunes el ministro de Cultura e Información saudí.

En el aspecto puramente económico, las autoridades esperan una contribución de 24.000 millones de dólares del sector a la economía, 30.000 nuevos empleos directos y 130.000 indirectos.

Los sauditas gastan miles de millones de dólares cada año para ver películas y visitar parques de atracciones en centros turísticos vecinos, como Dubái.

Un empresario de este emirato, Majid al Futtain, propietario de la cadena VOX Cinemas, anunció el lunes su intención de abrir salas en Arabia Saudita.

En enero, el muftí de Arabia Saudita se indignó contra la posible apertura de cines y criticó que eran fuente de “depravación”. Los sauditas son los primeros en sorprenderse ante esta serie de reformas. Ahora nuestros hombres y mujeres jóvenes mostrarán al mundo historias que merecen ser vistas”, tuiteó el director Aymen Tarek Jamal. “Felicidades a la generación del 2030”. (I)