Angélica Arias Benavides es la nueva ministra de Cultura y Patrimonio (e)
Mediante Decreto Ejecutivo N.º 1162 el Presidente Constitucional de la República Lenín Moreno Garcés encargó la cartera de Cultura y Patrimonio a la arquitecta Angélica Arias Benavides, cuyo compromiso al asumir el cargo fue mantener y potenciar los esfuerzos para dinamizar el sector, fuertemente golpeado por la crisis originada por la pandemia del COVID-19.
El presidente Moreno resolvió confiar esta cartera de Estado a una técnica que se desempeñó como Subsecretaria de Memoria Social en el último año y que tiene una gran experiencia y un notable prestigio en los ámbitos de la cultura y el patrimonio.
El mandatario aceptó la renuncia y destacó el trabajo de Juan Fernando Velasco, quien compartió su actividad principal como trabajador de la cultura, para dirigir el MCYP, durante algo más de un año. Su dimisión se debió a que ha aceptado ser candidato a la Presidencia de la República en el próximo proceso electoral.
Antes de ser designada ministra encargada, Angélica Arias fue Subsecretaria de Memoria Social del Ministerio de Cultura y Patrimonio, cuyas responsabilidades giraron alrededor de la elaboración, ejecución y seguimiento de los repositorios de bibliotecas, archivos históricos y museos.
A este cargo le precedió el de Directora Ejecutiva del Instituto Metropolitano de Patrimonio de Quito, en el que tuvo el encargo de la gestión, coordinación y supervisión de acciones para la conservación y puesta en valor del patrimonio cultural del Distrito. Paralelamente, fue Gestora de Sitio de Quito como Patrimonio de la Humanidad.
Como Subsecretaria de Memoria Social fue parte del equipo que construyó una serie de iniciativas fundamentales para el sector, cuyo trabajo continuará hasta completarlas.
Su gestión continuará con la dinamización de la cultura a través de la entrega de fondos de fomento y de la implementación de ventajas tributarias que beneficiarán a los trabajadores del arte y la cultura.
Buena parte de sus esfuerzos se enfocarán en reactivar los espacios de la memoria (como son museos, bibliotecas y archivos), tanto con la adecuación de la infraestructura, como la aplicación de protocolos y sistemas que protejan las reservas y permitan ponerlas en valor.
De otro lado, su tarea, estará en mantener las políticas y optimizar el trabajo de las instituciones encargadas del patrimonio nacional y conectarlo con la cotidianidad a través de las declaratorias de patrimonio intangible.
A través de estas acciones, el sector de la cultura continuará con una tendencia a la normalización, como ha sido evidente en las últimas semanas y que se demuestra con la concreción del Festival Internacional de Artes Vivas de Loja y de la Feria Internacional del Libro de Quito, dos muestras del esfuerzo oficial del Ministerio de Cultura y Patrimonio. (I)