100 números de provocar reflexión en Cartón Piedra
Hacer periodismo cultural en el Ecuador parecería una tarea imposible de cumplir. En un mundo donde la impronta comercial está por sobre todas las cosas, y la banalización de la vida es un ejercicio diario, contar con espacios (que actualmente son pocos y limitados) que susciten reflexión crítica, visibilicen el trabajo de nuestros artistas, provoquen un pensamiento profundo, trasladen discusiones internacionales al terreno del debate local, e inviten a pensar en voz alta, son fundamentales para la vida cultural del país (en sí, para la vida misma, pues permiten ver y aproximarnos de manera distinta a aquello que nombramos como realidad).
Y a esa, a veces ingrata, pero triplemente gratificante tarea, han hecho frente con entusiasmo y autocrítica quienes abordan Cultura en las páginas de Diario EL TELÉGRAFO. De tal modo, este domingo 15 de septiembre, se celebra la publicación de la edición Nº 100 del suplemento cultural Cartón Piedra, un espacio que nació para celebrar la palabra, la imagen y el sonido, para activar discusiones en el terreno de las ciencias sociales, la filosofía, la política, el género y los estudios culturales, para exponer el trabajo artístico de diversos creadores de la escena nacional e internacional, pero sobre todo, para provocar una mirada crítica sobre la forma en que se desarrolla la vida en medio de instituciones, discursos, sistemas, prácticas e ideologías que pretenden atomizarla y homogenizarla.
Además, esta edición especial presenta una reinvención en sus páginas, pues además de duplicarlas por esta ocasión, se plantea un nuevo diseño y una nueva forma de organizar los temas que se exponen semanalmente a los lectores.
Un pensamiento fundamental
La edición Nº 100 del suplemento cultural dedica sus páginas al pensamiento de las mujeres desde el arte, la filosofía y el activismo social. ¿Por qué a ellas? Porque siempre habrá una deuda histórica con este grupo humano. No hay mayor ni mejor justificación que esa.
Así, presentamos una entrevista realizada a la pensadora argentina Elizabeth Jelin, para quien la vida social, política y académica no se desarrolla por separado, y aquello se entiende por el devenir de su historia como mujer, activista por los derechos humanos, ciudadana que sufrió las secuelas de la dictadura argentina y estudiosa de las memorias de la represión política, los movimientos sociales y la familia; temáticas complejas por la estructura y las implicaciones sociales que conllevan.
Huilo Ruales Hualca hace una crónica que estará acompañada de un trabajo multimediaTambién exponemos los perfiles de tres mujeres latinoamericanas con una trayectoria y un pensamiento que no ha sido lo suficientemente visibilizado: Pilar Bustos, una artista comprometida vitalmente con la consigna más intrínsecamente feminista: mi cuerpo es mío; Silvia Rivera Cusicanqui, signataria, artífice y depositaria de tradiciones y legados como los anarquismos bolivianos, los feminismos decoloniales, las resistencias aymaras, los activismos culturales y creativos, desde un diálogo interdisciplinario entre las metodologías provenientes de la sociología, la etnohistoria, la arqueología, la socio-antropología, la lingüística, la literatura y la pedagogía de la liberación; María Lugones, una mujer que se aboca a la ardua e histórica (mente masculinista) tarea de pensar y escribir en torno a la filosofía. Luego sería posible ir agregando etiquetas identitarias tales como mujer del Tercer Mundo, mujer latinoamericana, mujer políticamente comprometida que moldea parte de su pensamiento feminista contracultural. Pero, enfocar la autoría de esta filósofa argentina radicada en Estados Unidos debe, sin olvidarse de todas estas cuestiones, partir del desplazamiento, de la migración como modus operandi de la subjetividad contemporánea.
¿Por qué a las mujeres? Porque siempre habrá una deuda histórica con este grupo humano¿Cómo se relacionan el arte y el género en el Ecuador? Tomando como caso de análisis El Salón Mariano Aguilera, este permite reconocer que el problema de la identidad, así como el de la generación de alteridad que la acompaña, es protagónico mayormente en artistas hombres, mestizos y de clase media. Este lugar de enunciación, que nutre el discurso de la modernidad, seguiría estando presente incluso en el arte contemporáneo más actual, lo que llevaría a afirmar, con las reservas del caso, que la modernidad ha propiciado una deriva en el arte ecuatoriano que, al enfatizar en la búsqueda de la identidad nacional, ha reafirmado a un sujeto masculino y mestizo, en detrimento de lo indígena y de las mujeres, sobre los cuales el mismo arte no ha dejado de propiciar alteridad tanto en las representaciones visuales, como en su articulación con discursos convergentes en el desarrollo del proyecto nacional, como el sanitario.
Por otra parte, se expone una muestra de registros visuales de la mujer ecuatoriana del siglo XX, a partir del trabajo “De Memorias: imágenes públicas de mujeres ecuatorianas. Principios y finales del siglo XX”, que consiste en la recopilación de imágenes históricas en las que aparecen ecuatorianas; además, recoge el pensamiento y las luchas que ellas fueron gestando desde inicios del pasado siglo.
Las imágenes que componen este esfuerzo aluden a una multiplicidad de representaciones agrupadas en cinco categorías: los feminismos, que hablan de las cambiantes demandas de las mujeres; la maternidad y familia como uno de los ejes de su identidad; el lenguaje del cuerpo; la feminización de la nación, en tanto insinúan a estrategias para simbolizar a las mujeres y su integración social; y la diversidad étnica y racial, que habla de las complejidades de las representaciones de la nación y de los feminismos contemporáneos.
Creadoras de la imaginación
Presentamos una serie de perfiles de destacadas mujeres extranjeras en el campo de la música, el cine y la literatura, como Susan Sontag y Toni Morrison, escritoras provenientes de familias poco ortodoxas de Estados Unidos que realizan novelas y ensayos desde el espacio de la literatura universal. Con relatos pormenorizados de su condición de mujeres -lesbiana y negra respectivamente-, su retórica evidencia que no están dispuestas a agachar la cabeza ante los deseos de la sociedad patriarcal, pero mucho menos a valerse de preconcepciones oportunistas basadas en su género.
Además, abordamos la vida y obra de la actriz, comediante, pero sobre todo cantante, Juana Molina, así como la propuesta musical y discursiva de la reina del pop: Madonna. Acompañando a estos temas, se presenta un ensayo sobre las nuevas divas del cine contemporáneo.
Como homenaje a la creación literaria, publicamos tres poemas de la recientemente fallecida escritora ecuatoriana Cecibel Ayala. “Poción de medianoche” fue su último trabajo, y es de allí de donde recuperamos su voz poética.
También encontrarán otros nombres como el de María Moliner, Guadalupe Nettel, Frida Kahlo, Diamela Eltit, Flannery O’Connor, entre otras mujeres escritoras que irrumpieron en las letras mundiales.
Finalmente, y como quiebre de esta edición, Huilo Ruales Hualca narra su versión de la Avenida 24 de Mayo o, como él la bautizó: “El Reino de la Tuentifor”. En la web de EL TELÉGRAFO podrá escuchar, en la voz de su autor, este relato acompañado de imágenes de la zona. Asimismo, una ilustración dará cuenta de los lugares que sirvieron de fuente para construir el universo de la Tuentifor.