Pan con helado, un manjar manabita
Al mediodía, el sol pega duro en el centro de Manta, rico para la playa, pero no para quienes caminan y hacen su día a día laboral en esta zona de la urbe.
El sitio es movido, comercio por todos lados. El vaivén de las personas es constante, a ritmo acelerado como buenos costeños. Entre todo ese trajinar incesante, parado en la esquina de la calle 10 y avenida 2, está Yornaldo Tuárez, quien capta la atención propios y extraños con la venta de una de las delicias de exportación de los manabitas, el pan con helado.
El pionero fue el cañarense Reinaldo Molina, allá por mediados del siglo pasado. Fue de él de quien Yornaldo aprendió todos los secretos de este bocadillo.
La tradición es que el helado sea de coco, fruta que abunda en Riochico, en la vía Portoviejo-Rocafuerte. La mezcla es con el pan mixto, que el helado sobresalga, una exquisitez ideal para ese solazo mantense.
Otra de las personas que ofrece el sánduche de helado es Isidro Cornejo, un hombre de más de 70 años, de voz grave y piel tostada por los más de 40 años de trabajo.
“¡Venga y lleve sus helados!, el mejor helado de Manta”, vocea don Isidro, quien siempre tiene anécdotas para contar a sus clientes. Él no se queda sin vender, ya que si alguien le dice que está a dieta, le ofrece sánduche pan integral.
Su buen ánimo es contagioso, siempre tiene un comentario jocoso. Eso sí, cuando hay una chica presente, sus piropos no se hacen esperar.
“Señorita, la veo muy guapa hoy. De seguro un helado le caería muy bien”, lanza Isidro, quien diariamente hace 30 litros de helado, los que vende recorriendo la ciudad.
Ya sabes, no dejes de probar el delicioso pan con helado.