La semana pasada el guitarrista Antonio ‘Tano’ Romano anunció que el regreso de la banda argentina Malón al país, después de más de dos años, se daría en medio de “una fiesta de heavy metal”, y eso fue lo que se vivió en la Concha Acústica de La Villaflora, el viernes 16 de marzo.

Desde las 10:00, centenares de rockeros llegaron al lugar, cuyo acceso se dio mediante boletos que los espectadores canjearon por un libro en buen estado. Durante 20 días previos al evento, el Núcleo de Pichincha de la Casa de la Cultura distribuyó 5.000 entradas, por lo cual se preveía que la asistencia iba a ser multitudinaria.

El grupo Vientos de Poder -nombre tomado del título de una de las canciones de Hermética, antecedente musical de Malón- se encargó de abrir el telón. 

Quince días antes la organización dijo a la banda que participaría solo si interpretaba temas propios. Los músicos, que se dedican a hacer versiones, compusieron 4 temas en dos semanas y los estrenaron sobre el escenario que lleva pintada la palabra Respeto en su base.

Con el tema ‘Político’ concluyó su presentación y el cantante Óscar Condoy contó en la tarde a este diario que para esa canción retomó una letra que escribió en su adolescencia.

Kasusbelli, Coraje, Extinger, Fraktura, Hiddenland, Mortuum y Aztra se fueron sucediendo en un día nublado, que apenas tuvo una lluvia como a las 16:00, cuando Basca se presentaba.

Apenas faltaban unos minutos para las 18:00, el cuarteto argentino subió al escenario que tenía una pantalla en la parte posterior. Romano con el cantante Claudio O’Connor, el baterista Claudio ‘Pato’ Strunz y el bajista Carlos Cuadrado interpretaron un repertorio compacto, sin más interrupción que los bises del final. Se sabía que el show terminaría a las 19:00 y muchas personas llegaron hasta el anochecer, provenientes de sus labores diarias.

La requisa de la Policía en la entrada incluyó el retiro de cinturones, pese a que la organización anunció que no se daría y, al final, hubo un desalojo con Policía montada en los alrededores del lugar. Lo cual provocó molestia en los espectadores.

A la canción ‘Nuevo orden mundial’ -nombre de su último disco- le siguieron ‘El infierno de ayer’, ‘Mi digna lealtad’ y ‘Barbarie colectiva’, un inicio lleno de temas compuestos en 2015.

‘Bajo el dominio danzante’ hizo que los miles de asistentes cantaran formando una pared sonora frente al escenario; O’Connor recorría el escenario con una energía que ocultaba los efectos de la altura, quizá habituado al ambiente por la visita que, hasta el jueves pasado, hiciera a Bogotá, ciudad que también vio su show de la gira ‘Igual que ayer’, a la que le antecedió Estados Unidos.

En ese momento de la tarde, sorprendidos por el apoyo masivo con el que contaron, la banda bonaerense saludó a sus seguidores para soltar las notas de ‘Plata o plomo’ y luego versionar temas de Hermética, ‘Atravesando todo límite’, ‘Vientos de poder’ (introducción incluida). Esta agrupación estuvo activa durante 1989 y 1994, pero dejó un legado que hasta el momento recoge Malón, agrupación formada por 3 exmiembros de Hermética: Romano, Strunz y O’Connor.

Una pausa en el escenario después de la canción ‘Síntoma de la infección’ confirmó que la comunión habitual entre asistentes a la Concha Acústica no sería la excepción esta vez y ‘Gatillo fácil’ llenó las expectativas de quienes querían escuchar los temas noventeros de Malón.

El primer bis que mostraron tuvo a O’Connor frente al micrófono diciendo: “pueblo de Ecuador, unamos a Latinoamérica con la música” y otro guiño al pasado musical de los músicos con la potente ‘Soy de la esquina’ y la esperada ‘Tú eres su seguridad’ que cerró el espectáculo. (I)