Steve Grimmett, el guerrero está de vuelta
La banda inglesa Grim Reaper es autora de tres discos insignes –más uno reciente– del estilo que reafirmó a Gran Bretaña en la primera línea de la historia del heavy metal.
Guitarras que se baten a duelo sobre el escenario, voces que integran técnicas líricas a las composiciones y letras de canciones que coquetean con lo poético caracterizan a este tipo de agrupaciones de la llamada “Nueva ola del heavy metal británico”(cuyos hitos aparecieron entre 1980 y 1987).
Pero para quienes gustan de esta música en Ecuador, la historia del cantante Steve Grimmett y los suyos es también la de una hazaña.
A inicios de 2017, Steve Grimmett’s Grim Reaper –es decir, el rollizo cantante, el único que se conserva de la alineación clásica, más tres instrumentistas que ha “fichado”– llegó al país para presentarse ante un par de centenares de espectadores, en Quito y Guayaquil, pese a que unos días antes de eso había sufrido una herida en el pie de derecho, mientras el cuarteto visitaba tres ciudades mexicanas.
Sin preverlo, la voz de canciones tan icónicas y memorables como “See you in hell”, “Fear no evil” o “Rock you to hell” tuvo un paso por Colombia durante el cual apenas se notaría el desgaste físico por una diabetes de 15 años que le pasó factura en la costa ecuatoriana.
Con fatiga y pausas en su show, la capital vio a un desmejorado Steve Grimmett, que no bajó del escenario por aquel principio de respetar al público con modales tan británicos como su acento.
La noche del sábado 14 de enero de 2017, el vocalista fue ingresado al hospital Luis Vernaza, donde decidieron amputarle la pierna derecha porque su herida se agravó.
Antes de entrar al quirófano, se había subido a dos escenarios nacionales, a día seguido, con dolencias que apenas podemos imaginar, pero sobre su camilla recibió sorprendido a un puñado de seguidores, con quienes conversó satisfecho, pese a que tuvo que suspender el resto de la gira
–“Walking in the shadows tour”– que había puesto en su mapa a Perú, Chile, Argentina, Bolivia y Brasil.
La recuperación para Steve, le habían dicho sus médicos, tomaría unos seis meses, pero antes de que ese plazo se cumpliera, el cantante –alrededor de quien circulan los rumores de que alguna vez fue uno de los candidatos para tomar el micrófono de Iron Maiden– volvió a los grandes escenarios.
El 14 de julio del año pasado –exactamente 6 meses después de que le pidieran su consentimiento para amputarle una pierna–, el festival Bang Your Head en Balingen, Alemania, tuvo a Grimmett sobre las tablas.
Apareció con una prótesis y usando un bastón, luego, sobre un par de ruedas que recuerda la canción que Sherpa grabó en el disco El rock me mata: “Y se mueve con la dignidad / de un caballero medieval, / pues su desafío es el caminar / montado en su silla de metal. // Una guitarra en su habitación / posters de grupos, esa es su afición. / Ir a conciertos su gran pasión / siempre ha sido un chico del rock...”.
Otro de los deseos del incansable Steve Grimmett, se sabe, fue volver al país sudamericano en el que sus pasos empezaron a ser diferentes.
La cita será en el guayaquileño Teatro Centro de Arte, el escenario más grande que pisará frente a rockeros ecuatorianos, el próximo viernes 18 de mayo; pero antes, actuará en el bar quiteño Back to Bar, ante 40 espectadores.
El cantante ha cubierto el muñón de su pierna con imágenes metaleras que encabeza la palabra “Warrior”. (I)