Ideales para solteros, las suites fueron durante mucho tiempo los espacios más demandados por quienes buscaban un lugar confortable para vivir. Suite es un vocablo francés aceptado por la Real Academia Española para nombrar al conjunto de sala, dormitorio y cuarto de baño. Desde el principio, las suites fueron concebidas para personas jóvenes que no necesitaban mucho espacio para vivir.

Aunque su diseño, en muchos casos, es vanguardista y tienen una vista privilegiada de la ciudad, este tipo de viviendas era considerado verdaderas ‘cajas de fósforos’ por su tamaño reducido. Sin embargo, ahora pueden ser consideradas lugares espaciosos si los comparamos con los microdepartamentos que miden entre 17 y 28 metros cuadrados y que han cobrado fuerza, en especial, en Estados Unidos.

Según el diario The New York Times, este tipo de departamentos es cada vez más popular entre grupos de jóvenes e incluso entre jubilados que buscan lugares asequibles para vivir en las ciudades más caras de ese país.

Las ciudades en las que se hace más visible esta tendencia son Boston, San Francisco, Nueva York y Portland, donde el espacio es considerado un lujo. En esas urbes está creciendo el interés por ocupar estos espacios habitacionales.

La ciudad donde hay mayor demanda de estas minúsculas viviendas es Seattle, donde los microdepartamentos fueron construidos en los últimos 3 años.

El arquitecto ecuatoriano David Barragán, catedrático de la Pontificia Universidad Católica, advierte que precisamente en el Centro Histórico tienen un plan de vivienda, en el que los espacios están diseñados para 4 jóvenes. “Son habitáculos con muchas áreas comunes. Cuando no cuentas con mucho espacio hay que optimizar los recursos”, indica. “La ciudad cada vez crece más y, al mismo tiempo, se incrementa la demanda de vivir en ella, porque hay más oportunidades para encontrar trabajo y crecer, así que todos buscan lugares céntricos donde vivir y en estos sectores el espacio es más reducido”, dice.

Barragán sostiene que estos espacios están diseñados principalmente para jóvenes profesionales. “Es un estudiante, es un ejecutivo o máximo una pareja sin hijos. Más de 2 personas resulta un poco incómodo”, comenta.

En las grandes ciudades, donde se concentra un mayor número de habitantes, es inevitable tener que vivir en espacios cada vez más reducidos, un fenómeno que ya ocurre en países como Estados Unidos.

“En Sao Paulo ya es posible comprar un departamento de apenas 20 metros, localizados en las zonas céntricas, en precios muy altos”, señala.

Cuando los departamentos son realmente minúsculos, los arquitectos buscan crear áreas comunes de lavado, de esparcimiento e incluso conciben espacios abiertos para almorzar. Esta concepción es similar a lo que muchos conocen como el cohousing, un estilo de vida que se basa en la creación de departamentos que comparten áreas comunes, como la cocina o el comedor. Son viviendas colaborativas que intentan superar la alienación producida por la vida actual en la que nadie conoce a sus vecinos y no existe ningún sentido de comunidad.

Estas áreas están diseñadas y gobernadas por los propios residentes y funcionan como un vecindario intencional, es decir, las personas son conscientes y se comprometen a vivir en una comunidad. El propio diseño físico, en el que todos participan, facilita el contacto social.

Hace un año, el propio alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, dio a conocer a los medios de comunicación locales, el diseño de los primeros microapartamentos de la ciudad, de entre 23,2 y 34,4 metros cuadrados, con los que busca adaptarse a las necesidades demográficas de sus habitantes y brindar opciones de alquiler más asequibles. (AR)