El país de los palacios, mezquitas y castillos, playas color turquesa, cataratas, bosques, formaciones rocosas y ciudades llenas de historia guarda una rica cultura culinaria reconocida a escala mundial. Se trata de la República de Turquía, también conocida como “el museo al aire libre más grande el mundo”.

Ubicada en una parte de Europa y Asia, está limitada al norte por el Mar Negro, al noroeste por Bulgaria y Grecia, al oeste por el mar Egeo, al este por Georgia, Armenia e Irán; y al sur por Irak, Siria y el mar Mediterráneo.

Sus platos típicos están atravesados por un bagaje amplio en el que se mezclan civilizaciones de varias partes del mundo. Es así que algunos de sus platillos han sido reconocidos por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, como el café a la turca, que lo recibió en 2008.

Su importancia radica en las técnicas de preparación. Los granos recién tostados se muelen hasta obtener un polvo fino; después se lo cocina a fuego lento en una cazuela con agua y azúcar hasta que espume. La bebida se sirve acompañada de un vaso de agua.

“Esta tradición cultural es un símbolo de hospitalidad, amistad, refinamiento y esparcimiento que impregna todos los ámbitos de la vida. (...) El café a la turca desempeña también un papel importante en eventos sociales como desposorios y fiestas. Los conocimientos y ritos vinculados a este elemento del patrimonio cultural se transmiten entre los miembros de la familia mediante la observación y la participación” se acentúan en el reconocimiento de la Unesco, con el que además se añade que el poso que queda en las tazas vacías se suele usar a menudo para predecir la suerte de las personas.

Sus platillos han rebasado fronteras, es así que una de sus comidas más conocidas mundialmente es el kebab, un término del Oriente Medio que se refiere a las carnes cocidas sobre las llamas.

Según el chef turco Mehmet Yavuz Hoskal, existen alrededor de 100 variedades de kebabs, sus diferencias dependen de la región. El tradicional es hecho con pedazos de carne de cordero asado en palos de madera o metal, similar a un pincho. Actualmente también se los encuentra de ternera, vaca, cerdo, pescado y pollo.

Otro preparado tradicional es el meze, que incluye berenjenas, tomates, garbanzos, pepinos, queso, pimientos, aceitunas y mariscos, entre otros. Consiste en una selección de aperitivos que se sirven antes del plato principal. Lo suelen acompañar con raki, una bebida alcohólica propia de Turquía hecha a partir de frutas como el higo.

Es común que sirvan con el meze una preparación denominada midye dolma: mejillones fritos rellenos de arroz con hierbas y especias. También se suele servir en cocteles. Otros platillos útiles para este tipo de eventos son el misket köfte, que son albóndigas de ternera o cordero mezcladas con especias, cebolla picada, verduras y huevo. Las albóndigas de este platillo pueden ser asadas, fritas o cocidas al vapor. Otros son el mercimek köftesi, que son bolas hechas con lenteja roja; el damla sakızlı muhallebi yapımı, que es un pudín con masilla; o el portakalli enginar que son alcachofas con naranja.

Un platillo rápido y tradicional del Oriente Medio, que se encuentra en cualquier avenida, es el lahmacun, también conocido como “la pizza turca”. El término proviene del árabe lahm ala ajeen, que significa “carne con masa”. Consiste en una masa fina que contiene carne picada, cebolla, ajo, tomate, aceite de oliva y pimienta negra. Se lo suele servir con rodajas de limón y hojas de perejil.

Las sopas, o çorba, también son muy típicas en el país turco. Las más usuales son la bulama çorbasi, que es hecha en base de trigo, yogur y huevos; la tavuk, una sopa de pollo; la oz çorbasi, un caldo de carne con trigo y yogur y domates, una sopa de tomates.

Si hablamos de platos fuertes, después del kebab, uno de los más tradicionales es el kuzu dügün kizartmasi, que es cordero cocinado con canela, cebolla y yogur.

En cuanto a postres los turcos no se quedan atrás. Uno muy popular es el baklava, un pastel hecho con frutos secos triturados, como nueces, avellanas o almendras, al que le agregan jarabe de miel o almíbar, y suelen estar recubiertos de pistacho o chocolate. Asimismo el rahat lokum, o delicia turca, es otro de sus postres tradicionales. Similar a la gelatina, consiste en un dulce blando hecho con almíbar y zumos naturales de frutas, cubierto con una capa de harina y azúcar en polvo.  

Además del raki, otras bebidas tradicionales de Turquía son el ayran, hecho de yogur, agua y sal; la cerveza efes, considerada la marca de cerveza más popular del país, y el kahve, que es el típico café turco.

A la comida de Turquía se la conoce como “comida o plato de olla”, y ahí justamente radica uno de los secretos de sus sabores. “Se cocina en una misma olla todo el preparado, incluidas las salsas. En algunos lugares del mundo se coloca la salsa después”, explica Mehmet Yavuz Hoskal.

“En la cocina turca existen 350 mil platos registrados en recetas. La Unesco declaró a la cocina turca como Patrimonio Cultural del Mundo y eligió a Gaziantep, una ciudad ubicada al este del país, como capital gastronómica del mundo por 4 años”, dice Memik Kocuk, chef turco, quien agrega que a través de sus sabores se puede conocer a Turquía.    

Recetas fáciles

El tradicional kebab hecho con cordero

Ingredientes:

500 g de carne picada de cordero

1/2 pimiento verde, 1/2 cucharadita de jengibre en polvo

1/2 cucharadita pimentón dulce

1/4 cucharadita pimienta blanca molida y aceite de oliva.

Preparación

1. Pica la carne de cordero y mézclala con un poco de pimienta, de pimentón dulce y de jengibre.

2. Limpia y pica en trozos muy pequeños el pimiento verde y mézclalo con la carne.

3. Bate un huevo en un plato aparte y lo añades a la mezcla de carne picada.

4. Mezcla lo mejor que puedas para que sea una masa uniforme.

5. Toma porciones de la masa y dale la forma de una salchicha

6. Atraviésalas con un palillo como un pincho. Fríelos en aceite de oliva. También puedes hacerlos al horno por 10 minutos y después dorarlos. Puedes servirlos acompañados de otros complementos como verduras o arroz cocido.

Mercimek köftesi o albóndigas de lenteja

Ingredientes:

200g de lentejas rojas

200g de trigo bulgur

1 cebolla picada y aceite de oliva

1 cucharada de puré de tomate

1 cucharadita de sal, de pimentón, comino y un poco de perejil.

6 cebollines, finamente picados

Preparación

1. Lava las lentejas y cocínalas en un sartén con cuatro veces su volumen de agua durante 20 minutos, o hasta que estén blandas.

2. Cerca del final de la cocción, antes de que se absorba toda el agua, añade el trigo bulgur y cocina por dos minutos más.

3. Apaga el fuego y deja reposar durante 20 minutos. Escurre el exceso de agua.

4. En una sartén, fríe la cebolla en el aceite de oliva, añade el puré de tomate y retira del fuego.

5. Añade el resto de ingredientes (excepto la lechuga) y deja enfriar.

6. Divide la mezcla en bolas de tamaño de una nuez (con las manos) y sirve en una cama de lechuga.